miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿A DÓNDE VAN LOS MUERTOS?


EL CONCEPTO DE LOS PLANOS
Cuando uno lee por primera vez los libros de los escritores que han consagrado su tiempo al estudio de las fuerzas invisibles, uno se enfrenta con muchos términos técnicos. Por medio de la comparación de un autor con otro, se es capaz de entender el léxico que ellos usan. Términos tales como espíritu, fuerzas metafísicas, ser supremo, etc, se vuelven comprensibles.
A pesar de eso, existen términos en los que queremos hacer énfasis. Uno de esos términos es la palabra "planos". Echemos lo siguiente en un tubo de ensayo:

Mercurio
Agua
Aceite

Estas tres substancias no se mezclan. Se separan por sí mismas en tres capas o planos.
Si nos imaginamos estas tres substancias siendo habitadas por seres vivos tales como bacterias, tendremos:

los habitantes del plano del Mercurio abajo,
los habitantes del plano del Agua en la región central,
los habitantes del plano del Aceite arriba.


Todos los seres y substancias están en el mismo tubo de ensayo, asi no se comunican unos con otros. Están separados por la densidad del medio en que se desarrollan.
Los ocultistas han dividido la naturaleza en tres capas o planos que corresponden a los del ejemplo que analizamos anteriormente.
Abajo está el plano material en el cual existe todo lo visible y materializado. Nos referimos a la tierra, asi como a los otros planetas. Este es el plano de los cuerpos y fuerzas físicas.
Encima o dentro del plano material está el plano de las fuerzas vitales. La vida que circula en nuestro cuerpo es un ejemplo de esta fuerza. Ahora, de acuerdo a las enseñanzas de la antigua ciencia egipcia, esta fuerza vital que circula en nosotros es identica a aquella que circula en las estrellas. Esta es la razón por la cual el nombre de FUERZAS ASTRALES ha sido dado a las fuerzas de este plano llamado PLANO ASTRAL.
Mas allá, encontramos el plano de las fuerzas espirituales. Es este plano, el plano de la personalidad y de la voluntad que rechaza o acepta pruebas. Aquí se encuentran todas las manifestaciones del alma inmortal, la que se relaciona directamente con el plano divino.
En realidad los diversos planos están unos dentro de los otros. Ellos se compenetran sin mezclarse, de la misma manera en que el sol atraviesa el vidrio de una ventana sin volverse parte del vidrio, o como la sangre circula en el cuerpo mientras permance dentro de las venas.
Así, no debemos buscar por un área especial, una zona física donde se encuentran los muertos de la tierra. Las enseñanzas tradicionales manifiestan que ciertos individuos cargados materialmente, son colocados después de la muerte en los conos de sombra que cada planeta lleva tras de sí por los cielos, pero esto es insólito.

Generalmente, nuestros muertos están en el mismo lugar que nosotros, con la excepción de que ellos viven en otro plano en ese lugar. Esta situación es semejante a la expuesta en nuestra ilustración del agua, aceite y mercurio que no se mezclan cuando están en el tubo de ensayo. Los planos visible e invisible aunque se interpenetran uno a otro completamente, se mezclan aún menos que aquellas substancias materiales.
Es, entonces, por una lamentable confusión que algunos autores han expuesto que los muertos están localizados en cierta área del plano físico. Algunos los ubican en el centro de la tierra, otros en diversos planetas, o en variados soles. No estamos negando la admisibilidad de esos lugares. Sin embargo, dado que el plano físico es el hábitat exclusivo de las almas encarnadas y materializadas, los desencarnados podrían morar en la contraparte astral de aquellas regiones solamente.
¿Es posible transferir momentáneamente un ser del plano invisible o astral al plano visible o físico?
Esta pregunta involucra el fenómeno de la evocación al cuál nos referiremos en breve. Pero ahora, tenemos que elaborar más aún en la noción de los planos, porque es muy importante tener una clara concepción de ellos.
El concepto de los planos juega un papel muy importante en el estudio de los fenómenos psíquicos. La confusión que existe con respecto a estos problemas se debe al insuficiente conocimiento sobre aquellos planos.
Todo ser del plano físico, encarnado y materializado, puede ser encerrado en un cubo o en un objeto tridimensional. Para explicar esto claramente, cuando es necesario encerrar un criminal, él es colocado dentro de cuatro paredes que están equipadas con una puerta segura, un techo que impide que escape y un suelo. Una celda de prisión o una jaula es un cubo o una forma tridemensional empleado para encerrar un ser del plano físico, sea él un criminal o una mosca.
Si intentamos contener un rayo de sol o de una estrella en un cubo, el esfuerzo será en vano. El rayo pasará a través de la forma y en el caso de una celda de prisión, penetrará la mas espesa hoja de vidrio sin ser confinado dentro de las paredes.
Sin embargo, si utilizo una placa fotográfica, un rayo de sol descompondrá las sales de plata y se fijará en la placa con las imagenes que el rayo coloreó. Aquí un plano, una superficie matemática bastó para retener un rayo astral.
El ocultismo nos enseña que hay seres especiales que circulan en todos los rayos de las estrellas. Estas entidades no poseen cuerpos físicos, pero sus figuras están formadas por rayos luminosos y se llaman cuerpos astrales. El plano en que ellos viven es llamado plano astral.
Para encerrar estos seres, es suficiente una superficie plana formada por la unión de dos o tres líneas.
Si tengo una idea que no quiero comunicar a nadie, la guardo en mi mente, en cierta área del cerebro esta idea se convierte en un pequeño ser espiritual que yo puedo utilizar a mi antojo en el futuro.
Aquel pequeño ser es capaz mediante el uso de la PALABRA, de estimular la naturaleza emocional de cientos de áreas cerebrales similares a las mías. Usada junto con la palabra hablada, la idea se ha multiplicado y vivificado repetidamente. Ya no es posible encarcelarla. Ni el plano ni el cubo pueden contenerla. Su esencia es la libertad.
Esta es la característica del plano espiritual o plano de los seres divinos, una chispa del cual constituye nuestra alma.
Para concluir, existe un plano físico habitado por los seres físicos, quienes poseen cuerpo físico. El cubo o la construcción tridemensional es su habitación forzosa, sea esta un cuarto, un palacio o una prisión (tipo tridemensional).
Existe un plano astral ocupado por seres astrales quienes poseen cuerpos astrales. La superficie plana es su residencia obligatoria (tipo bidemensional)
Existe un plano espiritual donde moran entidades provistas de cuerpos espirituales. El punto matemático es su morada necesaria (aquí no existen tiempo ni espacio).
Ahora estudiaremos en sus respectivos planos las fuerzas físicas, astrales y espirituales. Debemos restringirnos a unas pocas ideas básicas que consideraremos suficientes para llegar a la meta que procuramos alcanzar.

Hasta aquí esta primera parte de este interesante texto que nos legaría el Dr. Gerard Encausse.

Papus




lunes, 28 de diciembre de 2009

A LOS GUERREROS/AS DE LA LUZ...



El guerrero de la luz lleva en sí la centella de Dios.

Su destino es estar junto con otros guerreros, pero a veces necesitará practicar solo el arte de la espada; por eso, cuando está separado de sus compañeros, se comporta como una estrella.
Ilumina la parte del Universo que le fue destinada, e intenta mostrar galaxias y mundos a todos los que miran al cielo.
La persistencia del guerrero será en breve recompensada. Poco a poco, otros guerreros se aproximan y los compañeros se reúnen en constelaciones, con sus símbolos y sus misterios.
Un guerrero de la luz nunca olvida la gratitud.
Durante la lucha, fue ayudado por los ángeles; las fuerzas celestiales colocaron cada cosa en su lugar y permitieron que él pudiera dar lo mejor de sí.
Los compañeros comentan: “¡Qué suerte tiene!”. Y el guerrero a veces consigue mucho más de lo que su capacidad permite.
Por eso, cuando el sol se pone, se arrodilla y agradece el Manto Protector que lo rodea.
Su gratitud, no obstante, no se limita al mundo espiritual; él jamás olvida a sus amigos, porque la sangre de ellos se mezcló con la suya en el campo de batalla.
Un guerrero no necesita que nadie le recuerde la ayuda de los otros; él se acuerda solo y reparte con ellos la recompensa.
De aquí en adelante – y por algunos centenares de años – el Universo ayudará a los guerreros de la luz a boicotear a los prejuiciosos.
La energía de la Tierra necesita ser renovada.
Las ideas nuevas necesitan espacio.
El cuerpo y el alma necesitan nuevos desafíos.
El futuro se transformó en presente, y todos los sueños – excepto los que contienen prejuicios – tendrán oportunidad de manifestarse.
Lo que haya sido importante, permanecerá; lo inútil, desaparecerá. El guerrero, sin embargo, no está encargado de juzgar los sueños del prójimo y no pierde tiempo criticando las decisiones ajenas.
Para tener fe en su propio camino, no necesita probar que el camino del otro está equivocado.

Todo guerrero de la luz ya tuvo alguna vez miedo de entrar en combate.
Todo guerrero de la luz ya traicionó y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la luz ya recorrió un camino que no le pertenecía.
Todo guerrero de la luz ya sufrió por cosas sin importancia.
Todo guerrero de la luz ya creyó que no era un guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz ya falló en sus obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la luz ya dijo sí cuando quería decir no.
Todo guerrero de la luz ya hirió a alguien a quien amaba.
Por eso es un guerrero de la luz; porque pasó por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era.
Un guerrero de la luz comparte su mundo con las personas que ama.
Procura animarlas a hacer lo que les gustaría pero no se atreven; en estos momentos, el adversario aparece con dos tablas en la mano.
En una de las tablas, está escrito: “Piensa más en ti mismo. Conserva las bendiciones para ti mismo, o acabarás perdiéndolo todo.”
En la otra tabla, lee: “¿Quién eres tú para ayudar a los otros? ¿No será que no consigues ver tus propios defectos?”
Un guerrero sabe que tiene defectos. Pero sabe también que no puede crecer solo, distanciándose de sus compañeros.
Entonces arroja las dos tablas al suelo, aún reconociendo que tienen un fondo de verdad. Ellas se transforman en polvo, y el guerrero continúa animando a quien está cerca.
El guerrero de la luz a veces actúa como el agua, y fluye entre los obstáculos que encuentra.
En ciertos momentos, resistir significa ser destruido; entonces, él se adapta a las circunstancias. Acepta sin protestar que las piedras del camino tracen su rumbo a través de las montañas.
En esto reside la fuerza el agua; jamás puede ser quebrada por un martillo, ni herida por un cuchillo. La más poderosa espada del mundo es incapaz de dejar una cicatriz sobre su superficie.
El agua de un río se adapta al camino más factible, sin olvidar su objetivo: el mar. Frágil en su nacimiento, lentamente va adquiriendo la fuerza de los otros ríos que encuentra.
Y a partir de un determinado momento, su poder es total.
Para el guerrero de la luz, no existe nada abstracto.
Todo es concreto, y todo le concierne. Él no está sentado en el confort de su tienda, observando lo que sucede en el mundo; acepta cada desafío como una oportunidad que se le presenta para transformarse a sí mismo.
Algunos de sus compañeros pasan la vida criticando la falta de elección, o comentando las decisiones ajenas. El guerrero, sin embargo, transforma su pensamiento en acción.
Algunas veces yerra el objetivo, y paga, sin protestar, el precio de su error. Otras veces se desvía del camino, y pierde mucho tiempo regresando al destino original.
Pero un guerrero no se distrae.


Tomado del Libro "Manual del guerrero de la Luz"

miércoles, 23 de diciembre de 2009

NAVIDAD


La navidad (latín: nativitas, 'nacimiento' ) es una de las fiestas más importantes del Cristianismo, junto con la Pascua y Pentecostés, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras Iglesias Ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar a nuestro calendario actual, llamado gregoriano, del nombre de su reformador, el Sumo Pontífice Gregorio XIII.
Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.
Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.

FORMACIÓN DE LA NAVIDAD COMO FIESTA DE DICIEMBRE
Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.
El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, lo cual fue decretado por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.

ADOPCIÓN DE LA FECHA DE NAVIDAD COMO 25 DE DICIEMBRE
En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.
En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.
Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.
Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Uruguay, Venezuela y Chile). Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros.
Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).

PROHIBICIÓN DE LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD
Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola "Trampas de los papistas" y hasta "Garras de la bestia", debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las Celebraciones Navideñas, utilizando argumentos puritanos.
En la América colonial, los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día festivo federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.
En la actualidad, "Los Testigos de Jehová" no celebran la Navidad por considerarla una festividad pagana, además rechazan que sea el 25 de diciembre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo Jesús porque en 'el calendario judío, el mes que cae entre noviembre y diciembre es el mes llamado kislev', que "es frío y lluvioso. Luego viene tebet, entre diciembre y enero, que es el mes con las temperaturas más bajas del año e incluso algunas nevadas en las zonas altas". Haciendo referencia al Evangelio de Lucas 2:8-12 dicen que cuando nació Jesús, había pastores en los campos pasando la noche al aire libre con sus rebaños, algo que no sería posible si fuese invierno.

FIESTAS NO CRISTIANAS DEL 25 DE DICIEMBRE
La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por esta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de ésta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Grecia y Roma), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo.

Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del "Natalis Solis Invicti" o "Nacimiento del Sol invicto", asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a.C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.
Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. "Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas."
Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.
Los aztecas también celebraban el nacimiento de uno de sus dioses en invierno: Huitzilopochtli.
Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-14 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno.
Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia (Lucas 2:8), según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de Otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año.
Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los rollos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío). Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto.
En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmo que "Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió". Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre.



Fuente Wikipedia

sábado, 19 de diciembre de 2009

HISTORIA Y MISTERIOS TEMPLARIOS



La Orden del Temple tenía por objeto la salvaguarda de los santos lugares. Ello hizo que la leyenda se asociase a la búsqueda y custodia de las Reliquias Sagradas. De hecho, en uno de sus primeros emplazamientos, en lo que hoy es la mezquita del Al-Aqsa, en la explanada del que fuera el antiguo Templo de Salomón, se encontraba el Santa Santorum en que se guardaba el Arca de la Alianza. Sus creencias sincréticas, extraídas incluso de otras tradiciones, sus rituales tradicionales... o por citar alguno de sus mayores enigmas; el Baphomet, les hacía desmarcarse de la ortodoxia católica. Lo cual, sumado a la incoherencia teológica que arrastraban en su origen, dada su naturaleza de monjes y guerreros, en  contradicción con el mensaje pacificador y amoroso del Cristo, haría que, una vez perdida la confianza de la iglesia en 1307, Clemente V en convivencia con el codicioso monarca Felipe el Hermoso pusieran fin a sus dos siglos de historia.
Los Templarios no entendieron que su cometido fuera la defensa en exclusiva del catolicismo por Oriente, desmarcándose en este sentido de los cruzados. Su finalidad, en contra de lo que comúnmente pudiera parecer fue salvaguardar la fe religiosa y la protección de los santos lugares, pero tanto de las Mezquitas y Sinagogas como de los templos cristianos, lo cual le granjeó la animosidad de la iglesia.
Trabajaron por el acercamiento de las religiones. En cierta medida aspiraron a crear las bases de una Religión Universal, si bien fracasaron, pués como proyecto sincrético resultó demasiado adelantado para la época. Algo así solo puede concebirse ante una humanidad que haya expandido sus niveles de consciencia y alcanzado la tolerancia necesaria en términos sociales y religiosos.
Ello no impidió que mantuviesen contactos con el mundo del Islam, especialmente con organizaciones de sus mismo perfíl. Tal es el caso de sus equivalentes islámicos, los Assasins, que proviene del término Assaça (guardián)... los guardianes de la luz islámica, como se les conocía. Herederos en este sentido del esoterismo ismaelita transmitido por Ismael, el segundo hijo de Abraham, de manera análoga a como Isaac los sería para los judíos y cristianos. De ellos proviene el término completamente tergiversado de asesinos, que originalmente venía a interpretarse en términos de valentía y, especialmente, por su implacabilidad en el combate. Al igual que los templarios, fue una orden mistico-religiosa que tenía por objeto la defensa de los santos lugares, y con quienes llegaron a mantener importantes contactos a nivel interno.
Para socavar esta exesiva apertura religiosa, la iglesia francesa llegó a dar instruciones a la Orden del Temple para que aceptase la admisión de todo católico que lo solicitara, sin tener en cuenta su condición ni su moralidad. e incluso se llegó a decretar que todo cristiano que fuera excomulgado podía enmendarse de sus filas enrolándose en la Orden. Conscientes del pelígro que tal medida podía suponer, los dignatarios mostraron su disconformidad al Papa y resolvieron, reunidos en un conclave en Palestina, desclasificar a todo candidato que hubiera sido admitido según las nuevas directrices de la iglesia.
Bajo la dirección del Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, las tensiones se agudizaron con el Papa Clemente V. Francia, gobernada por Felipe el Hermoso, quien envidiaba sus riquezas, temía por su enorme poder y además no les perdonaba que hubieran negado la entrada a uno de sus hijos, tuvo la idea de condenarles por herejía y prácticas blasfemas. El 13 de octubre de 1307 se arrestaba así, con la aprovación de la iglesia, a numerosos caballeros, dando comienzo al final de la Orden.
Hay un hecho extraño ya en los inicios del Temple que cuestiona el sentido mismo de la orden. Durante los nueve primeros años no se incrementaron nuevos caballeros, ni entraron en combate y, a decir de algunos testimonios, se temía ese momento pués aunque tenía adeptos no se les había preparado. Si a ello se le suma la aludida incoherencia teológica, cabe pensar que sus fines o al menos sus objetivos más importantes fueran otros. En este sentido, no es de extrañar que su historia aparezca especialmente ligadas a las sagradas reliquias; la lanza de Longinos, el Sudario de Jesús, el Santo Grial o la propia Arca de la Alianza.
Algún autor como Charpentier ha aventurado en este sentido la hipótesis de que los primeros templarios buscaron y encontraron el Arca en las caballerizas del Templo de Salomón en que se alojaron, siendo escoltadas a Francia en secreto. El Arca era un recipiente de oro, rematado con alas de querubines en la que se custodiaba, entre otras piezas relevantes, las tablas de la ley con las que Moises había suscrito la nueva alianza del pueblo judío con Yahvé.
En tiempos de Salomón fueron colocadas junto al Arca en el Santa Santorum del templo que mandó a construir. Maimónides, filósofo árabe, citaba a proposito de ello una cavidad secreta bajo el templo, con el objeto de esconderlo en caso de destrucción, como así sucedió. Y en el que presumiblemente los templarios estuvieron excavando.
Con el Arca, indica el autor, debieron encontrar además patrones y medidas propias de la geometría sagrada, empleada para el Templo de Salomón y que después utilizaron en la construcción de catedrales. Atrevida suposición, pero de alguna manera explicaría la repentina irrupción del estilo gótico en la Europa de 1130, un enigma que la investigación histórica siempre se ha planteado.
Un secreto que tendría que ver con la utilización de una geometría sagrada en la construcción de templos y catedrales. Depositarios de una tradición oculta, con sus capiteles y gárgolas, con sus galerías, la altura de sus agujas y campanarios, parecen desvelar saberes antiquísimos heredados del templo de Salomón o bien de Moisés, quien sin duda estaba formado en las técnicas de construcción del antiguo Egipto.
De allí obtendrían, siguiendo con la hipóteis de Charpentier, las relaciones geométricas que emplearían poco después en la cosntrucción de las catedrales. De hecho, se van a encontrar en ellas una multitud de inscripciones relacionadas con los templarios. La catedral gótica de Chartres por ejemplo, muy cerca de Paris, o las más tardías como la capilla de la Abadía de Rosslyn, en Escocia, y la iglesia de Saint Merry contienen inscripciones sobre las sagradas reliquias, además de las relativas al Arca o a otras expresiones iniciáticas y ritualísticas...en el pórtico de esta última, construida en el siglo XIX, se encuentra la representación más clara que conocemos de Baphomet.
El hecho de que se hubiese llevado secretamente a Francia, algún tipo de documento u objeto, enlaza con un suceso extraño que aparece siglos después, en 1885 en una población del sur de Francia, Rennes-le-Château. Los autores del libro El Enigma Sagrado, sacan a la luz una tradición oculta que enlaza con las leyendas del santo Grial, el culto a María Magdalena, los Cátaros, la Orden de Sión y otras que circularon durante el medioevo -ahora con presunción histórica y profusamente documentadas- y de cuyos secretos eran conocedores, según observan, los templarios.


Parten de la suposición de que el Grial, la copa de la última cena y en la que José de Arimatea recogiera la sangre del Cristo crucificado, hubiera viajado junto a una pequeña comunidad cristiana hacia Europa, hacia el sur de Francia o al país de Gales, Inglaterra, dependiendo de la tradición del lugar. En todo caso, lo significativo de ello es que como cabeza de la incipiente comunidad estaba María Magdalena, quien aparece además como esposa de Jesús y en cuyo regazo llevaba su descendencia. Los Merovingios, siguendo la linea imperativa de los autores, reivindicaron este linaje, que habría sido preservado a lo largo de la historia por la Orden del Priorato de Sión. De hecho, hay quienes consideran que la expresión grial, proviene de San Greal, Sangre Real, lo cual entroncaría con la propia legitimidad al trono de Jesús de Nazaret, descendiente a su vez del rey David...
Hay quienes avanzan, incluso que el culto a María, profesado por los templarios, quienes ponían de hecho en las catedrales en nombre de Nuestra Señora, estaba referido a María Magdalena. Independientemente de que esto fuera asi, o no, lo cierto es que sus virgenes negras, por otro lado, enmascaran antiguos cultos de otras tradiciones paganas. Guardan relación en este caso, con el culto a la madre tierra que pervivía en la cuenca mediterránea antes del cristianismo. Y aquí nos remontamos al Egipto faraónico, dado que los antiguos egipcios identificaban al color negro como símbolo de la fertilidad de la tierra.
Era un culto esencialmente femenino, basándose en el hecho de que la tierra, al igual que la mujer eran procreadoras de vida. Una explicación que entronca con la de Fulcanelli que daba en El Misterio de las Grandes Catedrales, cuando la imagen de la diosa Isis en basalto negro, nos dice, era venerada en las criptas de los antiguos templos. De igual manera sus representaciones con su hijo Horus en el regazo, pasarían a formar parte de la iconografía cristiana, convertida ahora en las prolíficas escenas de maternidad de la Virgen con el niño.



Por Nicolas Martín y Mateo

miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA ESPADA

La mayoría de los iniciados saben que en cada símbolo de nuestro templo interno y externo se encuentra velada una verdad trascendente.
En una permanente lectura del libro del hombre y del libro de la naturaleza avanzamos con algunos trazos que nos indican la rectitud de nuestro andar y el valor del esfuerzo. Nuestros símbolos nos ayudan a develar nuestra realidad interior al vivenciarlos y darles la correcta dimensión.
Vamos a desarrollar una somera visión de uno de ellos:

LA ESPADA

Asimilada y usada durante siglos a la idea de arma y elemento de conquista, su concepto y utilización ha sido consagrado en el ámbito iniciático por los pensamientos y la conducta de dedicados estudiantes de los misterios a valores diferentes.
A lo sumo es lo que detiene por la fuerza de su ideal a nuestros errores y nos conquista para la luz...
No es sólo el saber, es el comprender y utilizar lo que nos da el completo conocimiento de cualquier símbolo...
La espada que reposa sobre la mesa del maestro tiene un simbolismo definido, es el símbolo primario de la fuerza que defiende a nuestros hermanos y hermanas en la invisible presencia del egregor contra todo ataque externo y nos da los parámetros para el orden interno del templo.
En este punto debemos ahondar el porque la espada tiene ese carácter defensivo y ordenador.
Dentro de nuestra tradición occidental es marco de referencia del ideal caballeresco. Es el poder que puede destruir el mal y preservar la justicia. Son las fuerzas de la luz y el orden enfrentadas a la de la oscuridad y el caos. Es por ello que se convierte en un Axis Mundi en relación a determinados principios; en ella se encuentran representados: el honor, el valor, el poder, la verdad, la rectitud, el equilibrio.
Dentro de su construcción en el plano espiritual, representado por la hoja que toma contacto con el plano material, representado por la empuñadura para plasmar en los mundos material y espiritual la voluntad de quien tiene el conocimiento y el poder para empuñarla.
Por ello es que a los caballeros les era dado el “espaldarazo” al ser consagrados (por otro caballero) como tales.
Al encontrarse asociada desde tiempos inmemoriales a la luz y al fuego, su empleo constituye una purificación, tal como se encuentra expresado en la alquimia donde representa el fuego purificador.
Dentro de los relatos de caballería representa la fuerza espiritual del caballero, y a este respecto podemos decir que es el reflejo de la autoridad al encarnar quien la empuña los ideales citados anteriormente.
Los materiales en los cuales está construida tienen particulares simbologías las que quedan en el misterio oculto de la alquimia del saber.
Recordemos que es uno de los elementos utilizados dentro de lo que se llamó en siglos pasados la magia práctica. Como ejemplo podemos citar que el hierro para los romanos simbolizaba al Dios Marte y tenía la capacidad de ahuyentar a los espíritus malignos.
Pero hay algo a lo que sí debemos referirnos, y es al temple. Para que una espada tenga utilidad debe estar templada, al igual que un iniciado...
Templar significa tomar conciencia de su propia esencia y utilizar los cuerpos transformándolos en instrumentos apropiados para tal esencia.
Cuando un individuo se templa es cuando alcanza una realización interior de continuo equilibrio con las leyes superiores; sin necesidad de mediar en su mente, su accionar es el correcto.
Otro simbolismo, es su referencia al Verbo, dentro del cristianismo representa al espíritu y la palabra de Dios, obrando en ella un ser con voluntad propia. De allí la medieval costumbre de darle nombre a las espadas. Como ejemplo, una de las más famosas: Excalibur, su más antiguo nombre es Caliburn que significa “la que hace una marca a fuego en la materia”, dejo a vosotros sacar las conclusiones entre su simbología de palabra divina y lo antes citado sobre la realización en los planos espiritual y material y su referencia a quien puede empuñarla.
La espada occidental es recta y tiene referencia a la tradición solar y un simbolismo que cae dentro de lo fálico en atribución a su energía regeneradora, que destruye la injusticia y la ignorancia generando paz y justícia, el poder de la luz envainada en la oscuridad de las posibilidades del no-ser y que al ser empuñada como un relámpago denota realización, actividad, acción... creación.
Un capítulo aparte merecería la realización interior y exterior del héroe que tiene las facultades del uso de la espada.


Entre la mitología y la realidad, multitudes de iniciados empuñaron la espada para defender milenarios ideales.
En la antigua tradición celta encontramos la invencible espada del dios LUG, divinidad de la luz. Arturo, Sigfrido, arquetipos que tuvieron la capacidad de liberar o recomponer sus espadas.
Aquel que la puede sacar, empuñar, de su prisión o recomponer si se encuentra rota, recompone el desorden y es capaz de restaurar el orden ideal.
Quien ha demostrado ser merecedor de tal don, es aquel que utilizando su voluntad, iluminado por la luz del ideal, decide restaurar para sí y para otros la armonía perfecta, la armonía cósmica.
Asimismo, dentro de la tradición ritualística se enseña y señala que la espada ritualística representa la dualidad, lo positivo y lo negativo, y en ello se nos indica un sendero en el medio.
Con ello se dispone el orden interno, pués es en esa correcta actitud y acción que podemos desarrollarnos y progresar tanto como individualidad o como grupo.
Se nos dice que entre la ley y la espada se encuentra el correcto accionar de los hermanos, hay quienes pueden creer que hace simplemente referencia a la ley y al castigo, hilando mucho más fino podemos decir que nuestro sendero se encuentra entre nuestra realidad física y los arquetipos que nos brindan nuestros símbolos.
La espada es entonces la vía de la inteligencia y la conducta, tomando conciencia de nuestro eje interno, el sendero del medio que nos conduce a la reintegración, el camino del iniciado.
Equilibrando los filos de nuestro espíritu siendo intermediarios de la Voluntad Superior.
La correcta o incorrecta forma de utilizar un símbolo está en nosotros, nosotros buscamos el acierto o el error y por él somos responsables.
Si salimos del sendero del medio nos quedan los filos... todos tenemos nuestra espada, el verbo, que como los antiguos caballeros hace retroceder a los dragones de la ignorancia, la mentira, la ambición, las tinieblas y el caos... construyendo entre nosotros una fraternidad, un egregor pujante y realizador de los ideales de nuestros Maestros del pasado, los Superiores Incógnitos... Templarios, Martinistas, Masones, Rosacruces, caballeros y damas de la verdad, deben llevar los fecundantes principios y valores entregados a la totalidad de la sociedad, allí donde nuestros pasos nos lleven, pero con la discreción necesaria.
No limitaremos nuestra acción a los templos, sino al Gran Templo que es la creación y a la gloria de aquel que no pude ser nombrado.
Tal vez ahora vemos por que la espada se nos brinda, como decíamos al principio, como elemento defensivo y ordenador; si cada ser en el camino se hace uno con su simbolismo es materialmente imposible otro destino.
Si encarna en él los valores y conocimientos necesarios, la fraternidad y la unión surgen instantáneamente.
Pués quien puede velar mejor por un hermano que otro hermano.
La espada del Maestro que tiene la autoridad para utilizar, es también nuestra, pués nos hemos adherido a su simbología y la respaldamos con nuestro conocimiento, nuestro poder interior.
Al ser iniciados y conocer el lenguaje secreto... el silencio y la acción será vuestro sello, tal como el Venerable Maestro firmó sus inspiradores escritos... Filósofo Desconocido.


lunes, 14 de diciembre de 2009

4 DE NOVIEMBRE DE 1312: INOCENTES LOS TEMPLARIOS EN TARRAGONA

En ningún país fue tan manifiesta y justamente comprobada la inocencia de los templarios como en España y Portugal. Su causa y los delitos de que les acusaban fueron ventilados con el tino y madurez que merecía asunto de tanta importancia, en los dos concilios que para esto se convocaron en Salamanca y Tarragona, y en ellos fueron declarados, por sentencia formal, libres e inocentes de cuantos crímenes les imputaban.

En cumplimiento de la encíclica o circular que en 1308 pasó Clemente V a los soberanos y prelados de toda la cristiandad con los interrogatorios y bulas de que se ha hecho mención, los reyes don Fernando IV de Castilla, llamado el Emplazado, y don Dionisio I de Portugal procedieron a la confiscación de los bienes que pertenecían a los templarios de sus reinos respectivos.
Su Santidad, con fecha 31 de julio de 1308, dio comisión especial a los arzobispos de Toledo y Santiago para que, en unión con Aymerico, inquisidor apostólico, junto con otros prelados, procediesen contra los caballeros templarios de la corona de Castilla, de los cuales era superior o maestre provincial don Fr. Rodrigo Ibáñez. Tomada razón de su causa, fueron estos citados, en 15 de abril de 1310, por don Gonzalo, arzobispo de Toledo; y después de formados los procesos correspondientes, se resolvió, en cumplimiento de lo que disponía Su Santidad, convocar un concilio provincial para su determinación.
En el ínterin, el rey don Fernando IV dispuso asegurar las personas de los templarios y secuestrar sus bienes.
No se obró del mismo modo en Portugal, porque si bien el obispo de Lisboa y otros prelados comisionados al efecto procedieron a la averiguación de los cargos que se hacían a los templarios, no creyeron haber motivo bastante para ponerles presos, lo que algunos atribuyen a la piedad o justicia del rey don Dionisio, que bien penetrado de su inocencia interpondría toda su autoridad, y no permitiría fuesen atropellados unos caballeros que tanto se habían distinguido en defensa de sus estados.
Formados los procesos contra los templarios de Castilla y Portugal, se convocó, en el año de 1310, el concilio en la ciudad de Salamanca, en el cual asistieron Rodrigo, arzobispo de Santiago, Juan, obispo de Lisboa, Vasco, que lo era de la Guardia, Gonzalo, de Zamora, Pedro, de Ávila, Alonso, de Ciudad Rodrigo, Domingo, de Plasencia, Rodrigo, de Mondoñedo, Alonso, de Astorga, Juan, de Tuy, y Juan, de Lugo, los cuales, después de haber tomado las confesiones a todos los que se suponían reos, y practicar las demás diligencias conducentes para la averiguación de la verdad, y haber procedido en todo con el tino y madurez propia de los padres de un concilio y del asunto que se trataba, a unanimidad de votos, declararon absolutamente libres a los templarios de los reinos de Castilla, León y Portugal, de todos cuantos cargos se les hacían, reservando no obstante al Papa la final determinación de lo acordado y resuelto por el concilio. En virtud de esta sentencia formal, todos los templarios de los reinos referidos quedaron enteramente libres, como dice Mariana, y jamás se les volvió a incomodar en lo más mínimo sobre este asunto.

La causa de los templarios en Aragón, Cataluña y Valencia fue algo mas ruidosa que en lo restante de España. Habiendo recibido el rey D. Jaime II, hallándose en Valencia, el día 1º de diciembre de 1307, la carta del rey de Francia Felipe el Hermoso, fecha 15 de octubre del mismo año, en la cual le manifestaba, lo mismo que hacía a los demás soberanos de Europa, la prisión que acababa de hacer en su reino de todos los templarios y confiscación de sus bienes, y le exhortaba al mismo tiempo a obrar de la misma manera con los templarios de sus estados, mandó expedir inmediatamente las correspondientes órdenes para prender a todos los caballeros de dicha orden existentes en Aragón y demás dominios de este reino. Al saber los templarios lo que se intentaba contra ellos, temiendo con justa razón algún atentado y tropelía, en vista de lo que estaba pasando a sus cohermanos en Francia por parte del populacho conmovido con lo que se había divulgado contra ellos por el rey Felipe, determinaron hacerse fuertes en los castillos de la Orden. Luego que el rey supo que los templarios en vez de comparecer a su llamamiento se habían encastillado en sus fortalezas, dispuso que se les atacase y que a fuerza de armas se les precisase a obedecer; lo que en efecto se consiguió en 1308, según dice Zurita, después de largas y porfiadas defensas, siendo entonces maestre provincial y lugarteniente en la corona de Aragón Fr. don Bartolomé Belbis Castellan de Monzón.
Rendidos los templarios y puestos en varias prisiones, acudieron al arzobispo que era entonces de Tarragona don Guillen de Rocaberti, suplicándole se sirviera convocar un concilio, en el que se viese y fallase su causa. Defiriose por algún tiempo a su pretensión, hasta que por fin, congregado el concilio de Tarragona, y presidido por el referido arzobispo, con asistencia de Raimundo, obispo de Valencia, Eximio, que lo era de Zaragoza, Martín, de Huesca, Berenguer, de Vich, Francisco, de Tortosa, no habiendo comparecido el de Lérida por indisposición, pero si los procuradores de varios abades, cabildos y otras personas calificadas, en virtud de convocatoria expedida por dicho arzobispo en 10 de agosto de 1312, y estando presentes los templarios de la provincia citados también al efecto, se procedió detenidamente al examen de testigos, y después de haber observado cuantas formalidades están prevenidas en derecho, en 4 de noviembre del mismo año de 1312, se declaró la inocencia de los caballeros templarios.
Había obrado con notable madurez en la averiguación de los delitos atribuidos a los templarios el P. Fr. Juan Lotger, del orden de Predicadores e Inquisidor general diputado especial por la santa Sede para esta causa en los reinos de Aragón, cuyo pesquisidor usó, según dice Zurita, de una exactísima severidad en los procedimientos que formó, no sólo contra los templarios sino también contra sus confidentes y favorecedores. Sin embargo, resultaron todos inocentes, y como tales se les declaró, según se deduce del contenido de las actas del concilio publicadas por el cardenal Aguirre, que dicen así:
"Por lo que, por definitiva sentencia, todos y cada uno de los templarios fueron absueltos de todos los delitos, errores e imposturas de que eran acusados, y se mandó que nadie se atreviera a infamarlos, por cuanto en la averiguación hecha por el concilio fueron hallados libres de toda mala sospecha; cuya sentencia fue leída en la capilla del Corpus Cristi del claustro de la iglesia metropolitana de Tarragona en el día 4 de noviembre de dicho año de 1312, por Arnaldo Cascon, canónico de Barcelona, estando presentes el arzobispo y demás prelados que componían el concilio."

Y a fin de que se vea más claramente si la inocencia de los templarios de la corona de Aragón sería a toda prueba en el concepto de los padres del concilio, bastará continuar otro trozo de las mismas actas, en las cuales se lee: que sin embargo de haber mandado ya el sumo Pontífice en aquella fecha extinguir en todo el orbe y para siempre la orden del Temple, dudó el concilio sin saber qué resolver acerca de los templarios de esta provincia; y que finalmente, después de varias razones que se dedujeron por una y otra parte, y considerando bien el asunto, determinó últimamente que en las diócesis en que dichos caballeros poseían rentas, se las diesen de las que pertenecían a su Orden congrua sustentación y asistencia; que cada uno de ellos estuviese sujeto a la obediencia, corrección y visita del obispo en cuya diócesis residiese; y que viviesen de tal forma que no causasen escándalo; ínterin que por el sumo Pontífice se determinaba lo que se había de hacer de ellos. Todo lo cual, concluyen las actas, se ejecutó en la misma forma que por el santo concilio se había determinado.

Joaquín Bastús

sábado, 12 de diciembre de 2009

LA IGLESIA COPTA

El nombre copto proviene de la corrupción árabe del término griego aigyptios, o sea, egipcio, trasformado en gipt y después en qibt. Los coptos son, en efecto, por sus características étnicas e historia, los descendientes legítimos de los egipcios del tiempo de los faraones. La actual lengua copta hunde sus raíces en la escritura jeroglífica y su liturgia en la del patriarcado de Alejandría, primer centro intelectual de la cristiandad.

LOS INICIOS DEL CRISTIANISMO EN EGIPTO
El cristianismo llegó a Egipto en tiempos apostólicos. La tradición atribuye a San Marcos la predicación del Evangelio en el Valle del Nilo, donde fue martirizado.La nueva religión se distinguió desde sus comienzos por una intensa actividad intelectual y rápida difusión entre la población urbana de Alejandría, la ciudad más cosmopolita del imperio romano después de Roma. En este ambiente nació en el siglo II la escuela teológica alejandrina, la Didascalea,con representantes tan ilustres como Pantera, Clemente de Alejandría, Orígenes, S. Atanasio de Alejandría, Dídimo el Ciego y S. Cirilo. Sus escritos pertenecen al patrimonio de toda la cristiandad.
La persecución de Diocleciano, del 303 al 305, fue especialmente cruel para los cristianos egipcios. Las fuentes históricas nos hablan de "innumerables fieles con sus mujeres e hijos" que sufrieron el martirio por la fe. El trauma ocasionado por la "Gran Persecución" quedó tan vivo en la conciencia cristiana que dió origen,en el calendario litúrgico, a la Era de los Mártires, que comienza el año 284, fecha del acceso al trono de Diocleciano.

ÉPOCA DE ESPLENDOR DE LA IGLESIA COPTA
En el año 325 se celebraba el concilio de Nicea que otorgaba a la Iglesia alejandrina la primacía de honor después de la Iglesia romana. Su jurisdicción se extendía en este tiempo sobre las 100 diócesis del Valle del Nilo, señal de la vitalidad de esta Iglesia. En el año 381 el concilio de Constantinopla, concedía la primacía de honor, después de la Iglesia de Roma, a la de Constantinopla, decisión que suscitó la indignación de los alejandrinos y de su "Faraón eclesiástico", como llamaba Isidoro de Pelusa al patriarca de Alejandría. Años después la controversia nestoriana dió ocasión al patriarca de Alejandría de reaccionar contra la sede patriarcal constantinopolitana, centro asimismo del poder político bizantino que dominaba toda la parte oriental del imperio romano, Egipto incluido.

LA RUPTURA CON LA IGLESIA CATÓLICA
Sin embargo, la ocasión para manifestar la Iglesia alejandrina su particularismo y su resistencia al poder imperial encarnado por Constantinopla, se puso de manifiesto en el concilio de Calcedonia, año 451, donde los Padres conciliares proclamaron la doctrina católica de las dos naturalezas en Cristo: la divina y la humana. La Iglesia Copta, junto con la Siria y después la Armenia, se adhirieron, por el contrario, a la doctrina de una sola naturaleza en Cristo, de ahí que recibieran el nombre griego de monofisitas. Este rechazo está considerado como el acto de fundación de la Iglesia copta independiente, separada de la Iglesia católica. Desde entonces coexisten en Egipto dos patriarcados rivales: el católico o calcedoniano, seguido por los funcionarios bizantinos, los comerciantes de las ciudades y las personas impregnadas de cultura griega, y el copto-ortodoxo seguido por la masa del pueblo. El acierto de los monofisitas se basó en la capacidad de movilizar, por medio del influyente colectivo de los monjes, el sentimiento nacional y tachar a sus oponentes de extranjeros. Esto demuestra que el elemento teológico tuvo una importancia secundaria en las polémicas cristológicas. De todos modos, las controversias religioso-políticas del siglo V absorbieron las fuerzas vivas del monacato egipcio, empobrecieron el cristianismo y desconcertaron a los fieles, preparando el declive de la Iglesia en Egipto.

LA CONQUISTA MUSULMANA
La conquista árabe, años 639-642, garantizó por unos años la libertad religiosa de los monofisitas,favoreciéndoles ostensiblemente en detrimento de la Iglesia calcedoniana. Este período duró medio siglo, o sea, el tiempo que permitió a los conquistadores consolidarse en el Valle del Nilo. Pasado este plazo los musulmanes instauraron un régimen de discriminación, comportando medidas vejatorias para los cristianos, además de gravosos impuestos de capitación, la famosa jizia, sin excluir persecuciones endémicas a lo largo de los siglos VII-XIII. Un cronista copto describía en estos términos la persecución del 850: "La Iglesia sufrió tanto que las imágenes de la Virgen y de los santos lloraron y derramaron sangre en todo Egipto". Las revueltas de los campesinos cristianos fueron cruelmente sofocadas. La primera en el 725 y la última, la más sangrienta, la del 829 al 831.
La persecución más devastadora llegó, sin embargo, bajo el califa fatimita al-Hakim (996-1020), llamado el "Nerón egipcio", que intentó erradicar el cristianismo egipcio. Habría destruido, según los escritores musulmanes, entre los años 1014-1016, unas 30.000 iglesias en Egipto, Palestina y Siria, entre ellas el Santo Sepulcro de Jerusalén.

SIGLOS DE DECADENCIA
Tales agresiones, unidas a la dura presión fiscal, ocasionaron la conversión en masa de la población cristiana al islam. En efecto, un gobernador egipcio escribía al califa Hisham (724-743): "Me han informado que no es el corazón el que hace las conversiones (al islam) sino el miedo de la jizia". Por otra parte, las autoridades religiosas, sin prestigio social, se prestaron resignadas a todos los compromisos con las autoridades musulmanas. Signo de esta decadencia y de la integración cultural de la Iglesia copta en el islam es el traspaso de la sede patriarcal alejandrina al Cairo, centro del poder político, llevado a cabo bajo el patriarca Cristódulo (1046-1077), así como el origen de la separación de hombres y mujeres en las iglesias y la costumbre de descalzarse a la entrada en los lugares de culto. Cerrados, asimismo, los seminarios y las escuelas teológicas, el clero copto se hundió en la ignorancia. De hecho, los últimos destellos de literatura cristiana aparecen en el siglo XIII en la obra enciclopédica "Colección de dogmas de la religión" de los tres hermanos al-'Asal. Después de esta fecha hasta el siglo XIX no se encuentra una sola obra de importancia en Egipto. Los coptos habían perdido su lengua y su cultura.
Bajo la dominación mameluca (1254-1517) y después la turco-otomana (1517-1811) el cristianismo copto se refugió en el ámbito rural del Alto y Medio Egipto y al borde del desierto, lejos de la presión musulmana que se manifestaba con más virulencia en las ciudades. Fue allí donde se mantuvo la "reserva" cristiana. No contando con medios económicos, ni influencia social, los coptos fueron más o menos olvidados por el poder musulmán de estas épocas. Su marginación fue precisamente lo que les permitió sobrevivir. Hacia mediados del siglo XIX la Iglesia copta contaba sólo con 12 obispos, unos 100 lugares de culto y siete monasterios con apenas 50 monjes.

EL RENACIMIENTO DE LA IGLESIA
Fue a principios del siglo pasado cuando la Iglesia copta comenzó a salir de su aislamiento y letargo, aprovechándose de las leyes liberales de Muhammad 'Ali que abrió Egipto a Occidente y decretó medidas de emancipación de los cristianos. Fue el tiempo en el que los misioneros europeos, católicos y protestantes, fundaban escuelas, abrían hospitales e instalaban imprentas, dando una imagen de modernidad y seducción. Este dinamismo impulsó a la jerarquía copta a moverse, abriendo una red de escuelas primarias en los pueblos donde no habían llegado los misioneros, creando "escuelas dominicales" para la enseñanza del catecismo y editando libros de literatura sagrada.
En 1893 se abrió el primer seminario copto-ortodoxo. Un trabajo altamente meritorio para una Iglesia sin apoyos gubernamentales ni estructuras exteriores. El espíritu renovador llegó también a los monasterios, canteras de obispos, que habían decaído en el nivel más bajo durante el período turco-otomano.Se fue formando una nueva generación de monjes salidos de las "escuelas dominicales" y de las aulas universitarias. El monje Matta el-Miskín es el más representativo de esta generación de religiosos emprendedores que renovaron la vida monástica.

EL MONACATO, LA ESPINA DORSAL DE LA IGLESIA
En efecto, el monacato copto constituye hoy, como en los primeros siglos, la rama más vigorosa de la Iglesia. Para darnos una idea de la importancia que tuvo el antiguo monacato, recordemos que la Iglesia egipcia contaba a finales del siglo VI con unos 50.000 monjes. Hoy son unos 700, repartidos en 15 monasterios masculinos y cinco femeninos.Son faros de irradiación espiritual, cultural y agrícola, sin olvidar que son centros de peregrinación muy frecuentados por los cristianos egipcios. Los más conocidos son los cuatro de Wadi en-Natrún, al oeste del Delta del Nilo: Deir Baramos, Deir es-Surian, Deir Anba Bishoi y Deir Makar (S. Macario); Deir Anba Samuel en el Medio Egipto; y los dos de la orilla occidental del Mar Rojo: S. Pablo y S. Antonio Abad. Tres nuevos monasterios han sido reconstruidos y repoblados últimamente: el famoso de S. Menas, al oeste de Alejandría, S. Pacomio de Edfu, y Abu Sefein, cerca de Luxor. Todos fundados entre los siglos IV-VI. Los prestigiosos monasterios de la Tebaida, entre ellos Deir el-Abiad (Monasterio Blanco) y Deir el-Ahmar (Monasterio Rojo) están abandonados, aunque siguen siendo meta de peregrinaciones. El monasterio de Deir el-Malak (Monasterio del Angel), al sur de Sohag, ha comenzado a revivir. Los cinco monasterios femeninos se hallan en centros urbanos del Delta, en el Cairo y en el Alto Egipto.
Los monjes de la nueva generación poseen excelente formación humana y religiosa.Con su celo y valía han conseguido devolver a los monasterio el antiguo esplendor de los "Padres del Desierto".

UNA IGLESIA DE ESTRUCTURA PATRIARCAL
La Iglesia copta, al igual que las otras Iglesias orientales, es de estructura patriarcal. Su máxima autoridad tiene el título de "Su Santidad el Papa de Alejandría y de todo Egipto, de Nubia, de Etiopía y de la Pentápolis y Patriarca de todo el país evangelizado por S. Marcos". La sede patriarcal, establecida originariamente en Alejandría, fue trasladada en el siglo XI al Cairo donde sigue hasta el día de hoy. El Patriarca es elegido por los obispos y delegados laicos de la "nación". A este respecto cada diócesis designa sus delegados. Entre ellos se constituye el cuerpo electoral diocesano cuyo número total se eleva hoy a 800 delegados. Éstos eligen a tres candidatos de nacionalidad egipcia, que hayan cumplido los 40 años y pertenezcan a una orden monástica. La originalidad de la elección reside en el modo de escoger uno de los tres candidatos. Un niño, que representa la mano de Dios, se adelanta y saca de la caja, al azar, una de las tres papeletas con el nombre del candidato. El elegido es aclamado Patriarca y a la elección sigue inmediatamente la imposición de las manos de los obispos presentes. El elegido debe ser reconocido por el presidente (musulmán) de la República.
El actual Patriarca, Shenuda III, 116 sucesor de la sede de S. Marcos, elegido en 1971, es un monje de Wadi en-Natrún. El 10 de noviembre de 1996 celebró el XXV aniversario de su ordenación patriarcal. Ha dado un gran impulso a la vida monástica y ha iniciado una tímida apertura ecuménica.

30 OBISPOS DIOSESANOS
La Iglesia copta cuenta con 27 diócesis en Egipto, dos en Sudán y una en Jerusalén, a las cuales hay que añadir algunas eparquías en países de emigración copta: 47 parroquias en los EE.UU., 12 en Australia, 9 en Canadá, 6 en Inglaterra, etc. Los laicos juegan un papel importante en la Iglesia. Participan en los asuntos eclesiásticos a través del majles milli, constituido por 22 notables "píos e instruidos" y dos sacerdotes. Este consejo comunitario se ocupa de cuestiones relacionadas con la Iglesia y la comunidad de fieles: administración de bienes, asuntos canónicos, patrimonio copto, etc. No siempre las relaciones entre patriarcado y majles milli han sido lo cordiales que se hubieran deseado.
La liturgia copta, marcada en sus orígenes por el monacato, se celebra en copto y árabe. El copto, hablado corrientemente en Egipto hasta el siglo XII, es la lengua de los faraones en su última trasformación, a la cual se ha añadido un buen número de términos eclesiásticos griegos.

LA RAMA COPTO-CATÓLICA
La Iglesia copta, a partir de la ruptura en el siglo V con la Iglesia católica, quedó replegada sobre sí misma e impermeable a la idea de unión con Roma. Hubo un intento de reconciliación en el concilio de Florencia, año 1442, preparado por el franciscano Alberto de Sarteano, enviado a Egipto en 1439 como delegado papal. Posteriormente, a partir del siglo XVI, las tentativas de los Papas en vista a contactos con el patriarcado copto no encontraron eco. Fue entonces cuando Roma eligió la política de las conversiones individuales de la ortodoxia al catolicismo por medio de los misioneros franciscanos y jesuitas, vista la imposibilidad de una reconciliación entre los jefes. De este modo se fueron formando en Egipto pequeñas comunidades copto-católicas. En 1742 el Papa nombraba el primer Vicario Apostólico para los copto-católicos en la persona de Anba Atanasios, obispo copto de Jerusalén, que dos años antes había pasado al catolicismo. Sin abandonar sus funciones de obispo copto-ortodoxo de Jerusalén, Atanasios ordenó a varios sacerdotes de rito copto-católico, creando así un embrión de estructuras eclesiásticas. Tres años después Roma nombraba un Prefecto para los coptos convertidos al catolicismo de rito latino en la persona de un franciscano. De esta manera se crearon dos estructuras paralelas, y pronto rivales, para una pequeña comunidad. En 1758 el Papa reconocía la primacía del Prefecto copto-latino sobre el Vicario Apostólico copto-católico. Esta situación duró poco tiempo, pues 22 años después la Santa Sede eligía la orientación inversa.
A finales del siglo pasado León XIII alentó una política más activa de conversiones al catolicismo.El resultado fue la apertura del primer seminario copto-católico dirigido por los jesuitas, además de la creación de un patriarcado copto-católico y tres diócesis en Egipto. Pero el Patriarca sería nombrado cuatro años después en la persona de Cirilo Macarios. Quedaba pendiente la rivalidad entre la Prefectura franciscana y el Vicariato Apostólico que terminó en 1893 cuando los franciscanos cedieron al clero copto-católico las 10 parroquias coptas de rito latino establecidas por ellos en el Alto Egipto. El nuevo patriarcado contaba en el momento de su creación con 6.000 fieles. Diez años después su número se elevaba a 15.000. En 1908 el Patriarca presentó su dimisión y la sede quedó vacante durante 39 años, lo que entorpeció el natural desarrollo de la Iglesia. Sólo en 1947 Pio XII restableció la dignidad patriarcal en la persona de Marcos II. Su sucesor, Stephanos I Sidaros, elegido en 1958, fue elevado en 1965 a la dignidad cardenalicia en vista a la promoción de la joven Iglesia.
Al igual que la Iglesia copto-ortodoxa, la católica es de estructura patriarcal. Actualmente ocupa esta dignidad Stephanos II Gattas, elegido en 1986. Gobierna con la ayuda de un Sínodo de seis obispos. La Iglesia copto-católica cuenta con seis diócesis: Beni Suef, Minia, Asiut, Sohag, Luxor e Ismailía-Port Said, además de la diócesis patriarcal del Cairo-Alejandría. Los obispos son elegidos por el Sínodo y confirmados por la Santa Sede. Unos 60 sacerdotes diocesanos aseguran la vida parroquial. El clero goza de un buen nivel de formación, superior al de sus hermanos de la Iglesia ortodoxa.
Desde 1959 existe una congregación religiosa de rito copto-católico, los Hermanos de la Predicación de S. Marcos, cuya regla está inspirada en la dominica. Una congregación femenina, las Religiosas del Sagrado Corazón, había sido fundada en 1912.

LAS IGLESIAS COPTAS DE HOY
Tanto la Iglesia copto-ortodoxa como la católica y la protestante se enfrentan hoy a los mismos problemas: el funda-mentalismo islámico y la emigración, los dos fuertemente entrelazados.Los coptos insisten en su identidad egipcia y árabe y en la solidaridad con los musulmanes. Un comportamiento difícil de practicar sobre todo a partir de los años setenta con el auge del fundamentalismo que tiende a aplicar a toda la sociedad la shari'a coránica, lo que significaría reducir a los cristianos a súbditos de segunda categoría, a simples dimmi o protegidos. Es bien sabido que los islamistas provocan incidentes confesiona-les con el fin de movilizar a las masas musulmanas contra la minoría cristiana. A partir de la muerte de Abdel Naser se han producido graves tensiones interconfesionales en Alejandría (1972), Minia (1978), el Cairo, Alejandría y Asiut (1980), Alejandría y el Cairo (1981), el-Fayum (1984), Abu Korkas y Alto Egipto (1990), el Cairo (1991), Asiut (1992), y se prosiguen de forma endémica hasta nuestros días. Como resultado de estas tensiones, la comunidad cristiana abandona el país.

En una entrevista concedida por el Patriarca copto-ortodoxo a los medios de comunicación el 27 de octobre de 1996 en Alejandría, Shenuda III declaraba: "Los fundamentalistas practican dos géneros de actividades. La primera es la agresión, la violencia, la discriminación y el incendio de iglesias". La segunda es "crear un ambiente de tensión entre la población... Nosotros no podemos cambiar esta situación con lamentos y conflictos. La solución está en buscar el modo de mejorar la posición de los coptos por medio del diálogo y el amor". Y a continuación precisaba: "Uno de mis mejores amigos es Muhammad Sayed Tantawi, jeque de el-Azhar (la Universidad islámica del Cairo)... No podemos usar la violencia contra la violencia ni el odio contra el odio".

Por Ignacio Peña, ofm