viernes, 29 de enero de 2010

ESTUDIANDO CABALA - KABBALAH

El problema de la comprensión al estudiar la Cabala deriva del hecho de que el ámbito de lo espiritual y nuestro mundo son imposibles de comparar.
Y por lo tanto, respecto a un tema que estudiamos, aún si lo entendemos, esto será sólo temporario, porque comprendemos con la porción espiritual de nuestro intelecto que es constantemente renovada desde Arriba. Y debido a esto, aquello que previamente comprendimos, se nos aparece de repente como algo que no está claro. A causa de esto, como resultado del nivel o situación espiritual, el texto de este libro les parecerá a veces tener contenido, y en otras ocasiones les parecerá no tener ninguno.
No es necesario abandonar toda esperanza si hoy no comprenden lo que ayer les resultaba claro, que les parezca que este libro no tiene contenido y que les parezca ilógico y aun extraño, porque uno no estudia Cabala para comprender y saber, sino en cambio para empezar a sentir y ver fuerzas espirituales, luces y niveles. Sólo una aprehensión espiritual personal les dará el conocimiento absoluto acerca de cómo está construida y organizada toda la creación.
Este libro no está hecho para ser leído desde el principio hasta el final, sino que debieras encontrar lo que te resulte más afín a tus sentimientos interiores y ahondar en ello. Trata de encontrar tus sentimientos en el libro.
Tu relación, positiva o negativa, con lo que el autor escribe no es importante; lo importante es que te sientas tocado. Y de ninguna manera está escrito este libro para que lo recuerdes, ni debes verificar cuánto recuerdas, sino que, si no recuerdas, es inclusive mejor, porque lo que sentiste ya pasó, y ahora estás listo para recibir nuevos sentimientos. Este es el modo específico en que construyes nuevos sentidos en ti mismo/a. Si así lo haces, este libro te servirá de guía en tu desarrollo espiritual personal.
Todos nuestros problemas en este mundo se originan en el hecho de que no sentimos la presencia del Creador. ¡Cuánto más fácil nos sería vivir si sintiéramos Su presencia, si pudiéramos sentir Su presencia por lo menos tan vívidamente como otras cosas que sentimos y que nos afectan! Entonces no tendríamos ninguna duda acerca de cuál es la fuente de todo lo que nos ocurre. Podríamos ver la fuente de todo lo que nos ocurre y las consecuencias de nuestros actos. A través del diálogo con el Creador, podríamos aclarar todos nuestros problemas, solicitar ayuda y recibir consejo. Así sería de la mejor manera tanto para nosotros como para El. Si pudiéramos vivir en claro contacto con el Creador, esto reemplazaría todas las experiencias de vida, educación, ciencia y conocimiento.
Si viéramos al Creador de un modo revelado, esto nos impediría cometer los pecados más serios, y nos permitiría llevar a cabo los trabajos más difíciles, pues veríamos los resultados de nuestros esfuerzos. De todo esto, y más aún que se podría decir, podemos afirmar que todo lo que nos falta es el reconocimiento del Creador.
Si esto es así, el problema y objetivo principal del ser humano es llegar a reconocer y sentir la presencia del Creador, y es allí dónde diera colocar todos los esfuerzos de su vida. El método para lograr el sentimiento de la presencia del Creador durante la vida de una persona en este mundo se llama Cabala.
La sensación de la presencia del Creador se llama "fe". El error más común al definir esta palabra consiste en pensar que la fe es una situación en la que una persona no experimenta con todos sus sentidos la presencia del Creador. En cambio, se considera que la palabra "fe" denota un estado en el que no se siente (experimenta) con los sentidos al Creador, sino que se da por sentada Su existencia.
Según la Cabala, la luz del Creador llenando los sentidos de una persona es llamada "fe".
De todo lo precedente, nos resulta claro que todas nuestras pruebas y tribulaciones y nuestros sentimientos de inutilidad provienen exactamente de la sensación de falta de presencia del Creador. E incluso la misma Torah dice al respecto; " Saborea y ve que Dios es bueno".
Hermanubis

domingo, 24 de enero de 2010

EL R.E.R Y LA ESTRICTA OBSERVANCIA TEMPLARIA


En los albores del siglo XVIII se celebra en Londres, el día de San Juan (24 de Junio de 1.717), una asamblea llamada de Francmasones especulativos que rápidamente se dará a conocer en la Historia bajo el nombre de Gran Logia de Londres . También en esta misma fecha existían otras logias que se reunían desde tiempo inmemorial, algunas de las cuales continuaron trabajando de forma independiente. En 1.751 estas independientes forman una Gran Logia rival: "La más antigua y honorable Sociedad de Masones aceptados y libres". Los esfuerzos para reconciliar las a menudo encarnizadas rivalidades entre estas autoridades culminaron en 1.813, cuando las dos Grandes Logias se unieron para formar la "Gran Logia Unida de Inglaterra".
Mientras se desarrollaba esta joven masonería especulativa e intelectualista, que tomaba de los constructores medievales los tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro y su simbolismo del Templo de Salomón, nacía en Alemania, quizá al contacto de la supervivencia de las caballerías teutónicas que estuvieron tan ligadas a los Templarios, una masonería que iba a dar todo su sentido caballeresco a la francmasonería espiritualista : La Estricta Observancia Templaria (S.O.T.), del barón Karl Gotthelf von Hund und Altengrokau de Silesia (1.722-1.776). A esta Orden pertenecieron, entre otros, Mozart, Goethe y Haydin.
El barón Hund , admitido francmasón en enero de 1.742 en una logia de Francfort, se hallaba en París en 1.752 . Un dignatario masón conocido bajo el nombre de Eques e Penna Rubra (Caballero de la Pluma Roja), le confiere los secretos de la masonería llamada templaria. Este caballero podría haber sido el rey de Escocia en el exilio, Carlos Eduardo Estuardo, y los secretos los habría conservado de su lejano antepasado Robert Bruce, que en 1.314 acogió a los templarios que huían de Francia y de las persecuciones de Felipe el Hermoso.
Hacia 1.760 Von Hund funda una logia regular en Unwerden y un capítulo en Droysich; llega a ser el responsable de la VII "Provincia" de la orden masónica templaria. Desde entonces se hace llamar Carolus Eques ab Ense (Carlos, el caballero de la espada). Sobre esta base va a estructurarse por etapas el sistema masónico y caballeresco que se convertirá en la Estricta Observancia Templaria, la cual se desarrollará hasta el convent[2] de las logias de Kholo en 1.764.
La francmasonería salida de la S.O.T. estaba constituida por cuatro grados simbólicos: Aprendiz, Compañero, Maestro y Maestro de San Andrés, seguidos por la Orden Interna que tenía dos grados más: Escudero Novicio y Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa (C.B.C.S.) . A estos se le agregaron en el siglo XVIII, por voluntad del mismo barón Hund, dos grados más que fueron muy secretos: Eques Profesus (Caballeros Profesos) y Grandes Profesos, reunidos en un colegio metropolitano. Estos, aunque comprometidos de manera total con la Orden, no ejercían , en tanto que componentes de esta "clase secreta", función de responsabilidad o dirección administrativa alguna, ya que estas últimas eran competencia únicamente de la Orden Interior. Los Profesos y Grandes Profesos se dedicaban, mediante el estudio y la meditación, a profundizar en la doctrina expuesta en los textos ("instrucciones secretas") conservados por el Colegio Metropolitano, estando encargados de vivificar la Orden, tanto por sus conocimientos como por su ejemplo de vida.

Implantados en Francia a partir de 1.773 bajo la acción del barón de Weiler (que constituyó los Directorios escoceses de las provincias de Borgoña - Estrasbirgo -, Auvernia - Lyón -, Septimania - Montpellier - y de Aquitania - Burdeos -), estos Directorios quedaron unidos al Gran Oriente por unos tratados concluidos entre 1.776 y 1.781. El centro de radiación más importante fue Lyón, gracias al ardor desplegado por uno de los masones más activos de la época, Jean-Baptiste Willermoz, que introdujo en los rituales, sobre todo los de los Profesos y Grandes Profesos, las ideas teosóficas de Martinez de Pasqually[3].
El barón Hund murió en 1.776. El nuevo Gran Maestro, el duque Ferdinand de Brunswik, en unión con Willermoz, se esforzó en investigar y precisar los orígenes reales de la Francmasonería. Este deseo había quedado ya manifestado en el convent de Kholo.
Entre 1.774 y 1.782, dos grupos de masones de Lyón y Estrasburgo, entre los cuales podemos citar a Jean y Bernard de Turkheim y Rodolphe Saltzman (Estrasburgo) y sobre todo a Jean-Baptiste Willermoz (Lyón) quién fue el alma pensante, trabajan intensamente en Francia para gestar lo que hoy en día conocemos por Régimen Escocés Rectificado. Podemos decir que la arquitectura del Régimen fue obra de Willermoz, dando forma a la doctrina que este Rito comporta.
Willermoz parte de tres orígenes históricos y de dos fuentes espirituales para dar forma a este Régimen. En cuanto a la estructura y simbolismo tanto masónico como caballeresco, los tres orígenes históricos son:
1. La Masonería francesa de la época con su proliferación de los grados más diversos (Willermoz los conocía todos y practicó muchos de ellos) y que una vez depurada, sería estructurada hacia 1.786 - 1.787 en un sistema que llevaría más tarde el nombre de "Rito Francés", con sus tres grados y cuatro órdenes; sin olvidar los diversos grados cuya combinación constituye lo que se ha venido a llamar el "escocismo"
2. El sistema propio de Martinez de Pasqually (ver Apéndice), personaje enigmático aunque inspirado, al que tanto Willermoz como L-C. de Saint Martín reconocieron siempre como a su Maestro, denominado "Orden de los Caballeros Masones Elegidos Cohens del Universo". La "reintegración martinezista" está reflejada en el R.E.R. desde sus primeros grados simbólicos, asumiendo su máximo desarrollo en las "Instrucciones secretas" para los Profesos y Grandes Profesos.
3. La Estricta Observancia Templaria, también llamada "Masonería rectificada" o "Reformada de Dresde", sistema alemán en que el aspecto caballeresco primaba absolutamente sobre el aspecto masónico y que pretendía ser heredera de la antigua Orden del Temple.
Las dos fuentes espirituales son:
1. La doctrina "esotérica" de Martinez de Pasqually cuyo contenido esencial versa sobre el origen primero, la condición actual y el destino último del hombre y del Universo.
2. La tradición cristiana indivisible, nutrida por los padres de la Iglesia.
Partiendo de aquí, Willermoz dio a su Sistema o Régimen una arquitectura concéntrica, organizándolo en tres clases sucesivas cada vez más interiores al igual que más secretas, siendo desconocida cada clase interior por la que le era exterior. Por otra parte, dotó el recorrido iniciático desarrollado de grado en grado, de una enseñanza doctrinal progresivamente más precisa y explícita, gracias a las "instrucciones" que forman parte integrante del ritual de cada grado.
Esta concepción de conjunto (arquitectura del Régimen y Doctrina), fue oficialmente aprobada en dos etapas. Primeramente a nivel francés, por el Convento de las Galias, tenido en Lyón (Noviembre-Diciembre de 1.778) en el cual se decretó, entre otros, el Código Masónico de las Logias reunidas y rectificadas y el Código de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, de donde salen los textos constitucionales particulares todavía en vigor. Luego a nivel europeo, por el Convento de Wilhelmsab en Alemania (Agosto-Septiembre de 1.782), tenido bajo la presidencia del duque Ferdinand de Brunswik-Lunebourg y del príncipe Charles de Hesse, a la sazón principales dirigentes de la Estricta Observancia, quienes se adhirieron a lo que en esa época se vino en llamar la "Reforma de Lyón".

Según las decisiones adoptadas en el Convento de las Galias y luego confirmadas por el Convento de Wilhelmsad, el Régimen Escocés Rectificado (desmarcándose así de la Estricta Observancia), renuncia a una filiación histórica con la orden del Temple, aunque recoge de ella una filiación espiritual, reflejada en la adopción en este mismo Convento, de la denominación de "Caballeros Benefactores de la Ciudad Santa", haciendo con ello referencia a los "Pobres Caballeros de Cristo" de los orígenes de la Orden del Temple, y no a la Orden rica y poderosa en que sus sucesores la convirtieron a lo largo del tiempo hasta su disolución.
Tras la tormenta revolucionaria, el R.E.R. no resurgió, en Francia, sino de forma modesta, actuando especialmente en París con la Logia "El Centro de los Amigos" y en Besançon con "La Sinceridad y Perfecta Unión"; en 1.840 estaba adormecido. Pero en Suiza sobrevivió de forma duradera, constituyéndose el Directorio y Gran Priorato Independiente de Helvecia.
Sin embargo, en el interior de la masonería no había muerto el viejo sueño caballeresco. Así, en 1.910 despertó el R.E.R. en el mismo seno del tan agnóstico Gran Oriente de Francia de la época, a impulsos de Camille Savoire y Edouard de Ribaoucourt. Este último, ante las dificultades que suscitaba la vida de una Orden que quería ser cristiana, esotérica y templaria en el seno de una masonería materialista, se independizó rápidamente y creó en 1.913 la Gran Logia Regular e Independiente Francesa, mientras que Camille Savoire permaneció fiel al Gran Oriente. En 1.934, una querella interna en el seno de éste último llevó a una escisión que, conducida por Savoire, creó el Gran Priorato Independiente de las Galias en virtud de poderes concedidos por el Gran Priorato de Helvecia.
En 1.938 algunas Logias rectificadas fueron integradas en la Gran Logia de Francia. En 1.939 quedó en suspenso el Gran Priorato de las Galias, reiniciando sus trabajos en 1.945. El 7 de Julio de 1.958 el Gran Prior Andrés Moiroux, sucesor de Savoir, acordó un tratado con la Gran Logia Nacional Francesa mediante el cual las logias azules (grados de Aprendiz, Compañero y Maestro) rectificadas pasaban a la jurisdicción de la G.L.N.F., la única en Francia que detenta una patente de regularidad reconocida por la Gran logia Unida de Inglaterra. Lo mismo ocurriría en el resto de países, siendo estos grados administrados por la Obediencia masónica que en cada país ostente la regularidad internacionalmente reconocida. En España, esa Obediencia es la Gran Logia de España de acuerdo a los reconocimientos de la Gran Logia Unida de Inglaterra, que administra y garantiza la pureza en la práctica de estos rituales desde su misma fundación en 1.982, quedando el resto de la Estructura de dicho Régimen bajo la jurisdicción administrativa del Gran Priorato de España.

El R.E.R. , más que ningún otro rito[4], merece ser llamado el corazón de la francmasonería caballeresca y espiritualista. Su templarismo, su mística de los dos templos, de Salomón y de Zorobabel[5], sus cuatro grados simbólicos, sus altos grados de Escudero Novicio y de Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, no tienen otra finalidad que la reinstauración, a través de una mediación masónica, del verdadero espíritu que impulsó y animó a los Pobres Caballeros de Cristo. Mientras que la masonería especulativa conoció en los siglos XIX y XX muchos errores materialistas, muchos conflictos debidos principalmente al ateísmo militante de los miembros del Gran Oriente de Francia, el R.E.R. , cada vez que apareció en la historia de la masonería, defendió una ética cristiana y caballeresca. Militando en favor de un juanismo absoluto (valor fundamental, para los miembros de este rito, del Evangelio de Juan, del Apocalipsis de Juan y de su esoterismo denominado "gnosis yoánica", se ha entregado, por medio de la acción de sus miembros, a la misión de devolver al mundo moderno el sentido de lo sagrado, del dogma y del rito.
Verdadera sociedad secreta elitista, rehusando la publicidad con que se rodea en exceso una cierta masonería con ambiciones laicas, el R.E.R. pretende ser, por medio de sus altos grados, supervivencia auténtica ( si no histórica, al menos metahistórica ), de la Orden de los Caballeros del Temple. De esta manera, los C.B.C.S. , cuando celebran sus reuniones altamente secretas, ostentan el manto blanco con la cruz roja de los Templarios y el doble tahalí con la espada de que hablaba San Bernardo de Claraval en sus prolegómenos a la Regla de la Orden de los Caballeros del Temple.
Concluiremos esta breve exposición recordando que por su filiación espiritual, el R.E.R. reivindica, al igual que en su día la Orden del Temple, la doble calidad caballeresca y religiosa. Esta doble calidad, que aparece ya sutilmente marcada a lo largo de los grados masónicos y se confiere plenamente por el armamento, no es algo a emplear solamente en el mundo de los siglos XII ó XVIII, sino que es atemporal y los medios para llevarla a cabo, cuya naturaleza es esencial, permanecen inmutables, dado que consisten en la puesta en práctica de forma cotidiana y universal , de las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad. Esto se expresa en los deberes impuestos, no ya solamente a los C.B.C.S., sino también al masón rectificado desde el mismo grado de aprendiz, como son la defensa de la religión cristiana y el ejercicio de la beneficencia hacia todos los hombres y en particular hacia los más débiles y desvalidos.
En definitiva, como ha sido dicho, la realización espiritual que el R.E.R. propone como objetivo a sus miembros, proporcionándoles los medios para conseguirlo, es la de volver a ser hombres verdaderos, templos de Dios, Uno en tres personas.


APÉNDICE
Dado que la Orden de los Caballeros Masones Elegidos Cohens del Universo, fundada por Martinez de Pasqualis, no pudo conocer en su tiempo una consolidación esplendorosa debido principalmente a la muerte prematura de su fundador y a la exigente preparación que hacía necesaria la complejidad de sus enseñanzas y sus prácticas teúrgicas, ha dejado tras de sí un halo de misterio a veces mal entendido por los que han hecho el intento de comprender y analizar su legado, o lo que pudo constituir en su momento su esencia y finalidad. Intentaré dentro de lo posible aclarar el dato histórico de forma resumida.
De Martinez de Pasqualis[6], Louis Claude de Saint Martín no temía confesar que era el único mortal al que no conocía en todas sus facetas, y aún sigue siendo un enigma dos siglos más tarde. Nació en 1.727 en la región de Grenoble, no siendo el francés su lengua materna. Su familia era originaria de Alicante, España. Murió un martes, 20 de Septiembre de 1.774 en Puerto Príncipe, en la isla de Santo Domingo (actualmente Haití) afligido por unas fiebres cuando se disponía a recoger una herencia de un familiar.
Martinez de Pasqualis consagró su vida a su obra, y ésta obra era la Orden de los Caballeros Masones Elegidos Cohens del Universo, de la que era Gran Soberano y se proclamó como su fundador. La Orden de los Elus Cohens era una sociedad masónica, en primer lugar porque la francmasonería del siglo XVIII era por aquel entonces una de las pocas asociaciones toleradas por la iglesia católica romana, y en segundo lugar porque era también un vehículo privilegiado del esoterismo judeo-cristiano. Pero los Elus Cohens no son simples francmasones, y Martinez diría que ellos son los masones verdaderos: los sacerdotes elegidos (esto significa Elus Cohens), capaces de celebrar teurgia en el Templo después de haberlo edificado
En 1.754 según algunos (Thory), en 1.758 según otros, o en 1.760 lo más tarde, Martinez comienza a reclutar en las logias masónicas del mediodía y del sureste de Francia hermanos que estuviesen capacitados para llevar a cabo junto con él su proyecto de una Orden de Elus Cohens para la región occidental. Anteriormente no había señales de esta Orden como tal, sino que existía bajo una forma no masónica. Propagó su doctrina y reclutó adherentes en las logias de Marseille, Avignon, Montpellier, Narbone, Foix y Toulouse. Se establece finalmente en Bordeaux en 1.762, donde contrae matrimonio con la sobrina de un antiguo Mayor del regimiento de Foix. A pesar de algunas protestas, Martinez organizó materialmente bien su Orden, aunque esta fundación no se llegó a acabar nunca completamente.
En Bourdeaux, Martinez se afilia a la logia "La Francesa", única de cuatro logias simbólicas que se mantenía en activo en la ciudad. Se esfuerza en reavivar el celo de los masones burdaleses y, después de asegurarse tras un minucioso examen, escoge a varios entre ellos y escribe, el 26 de marzo de 1.763 a la Gran Logia de Francia : "He elevado en Bourdeaux un templo a la Gloria del Gran Arquitecto, incluyendo los cinco órdenes perfectos de los que yo soy el depositario según la constitución de Charles Stuard, rey de Escocia, de Irlanda y de Inglaterra, Gran Maestro de todas las logias regulares repartidas sobre la superficie de la tierra, hoy bajo la protección de Georges Guillaume, rey de Gran-Bretaña, y bajo el título de Gran Logia <>". Al mismo tiempo, dirigía a la Gran Logia de Francia una copia de la patente en inglés entregada el 20 de Mayo de 1.738 por el Gran Maestro de la Logia de Stuard a su padre Martinez de Pasqualis, escudero, con poder para transmitirla a su hijo primogénito Joachin Martines de Pasqualis para constituir y dirigir como Gran Maestro de logia los templos a la Gloria del Gran Arquitecto.
Después de un intercambio de varias cartas, la Gran logia de Francia termina por entregar a Martinez una bula autorizando dar una constitución a su logia llamada a partir de ese momento "Française Élue Écossaice", nombre con el cual fue inscrita en el cuadro de la Gran Logia de Francia el 1 de Febrero de 1.765.
Este mismo año, él partirá para París y establecerá relación con varios masones eminentes : Bacon de la Chevalerie, Lusignan, Loos, Grainville, Willermoz y algunos otros a los cuales dará sus primeras instrucciones. Con sus elegidos, el 21 de marzo de 1.767, sienta las bases de su Tribunal Soberano de París, nombrando a Bacon de la Chevalerie como su sustituto.

En 1.770, el rito Elus Cohens tenía templos en Bourdeaux, Montpellier, Avignon, Foix, Libourne, La Rochelle, Versailles, Metz y París. Otro más se abriría en Lyon, gracias a la actividad de Willermoz, llegando a ser el centro más activo de Martinez.
Aunque en principio la Orden de los Élus Cohens se presentó como un sistema de altos grados masónicos desprovistos de logias azules (aprendiz, compañero, maestro), pronto se vería obligada a incluirlos, dada las profundas diferencias existentes entre la masonería Cohen y la masonería clásica, incluso mística. La Orden quedaría dividida así en cuatro clases:
1ª Clase: Masonería Simbólica;
1. Aprendiz
2. Compañero
3. Maestro
4. Gran Élu o Maestro Élu
2ª Clase: Porche;
1. Aprendiz Élu Cohen
2. Compañero Élu Cohen
3. Maestro Élu Cohen
3ª Clase: Grados del Templo;
1. Gran Maestro Élu Cohen o Gran Arquitecto
2. Caballero o Comendador de Oriente o Gran Élu de Zorobabel
4ª Clase: Secreta;
1. Réau-Croix

Los primeros grados eran conferidos por iniciación ritual (a menudo transmitidos en una sola ceremonia, es así como los recibió Saint Martín), los últimos por ordenación.
Martinez dispensa su enseñanza en la Orden oralmente y por medio de instrucciones de los diferentes grados. A los miembros del grado más elevado les remitía el manuscrito del Tratado de la Reintegración de los Seres. Esta doctrina de la reintegración con la práctica teúrgica correlativa forma el tesoro más importante del cual la Orden es depositaria .
Tras la muerte de Martinez en Santo Domingo en 1.774, Caignet de Lèstere le sucede en la dirección de la Orden, pero le será imposible ocuparse activamente de la misma . Las escisiones comienzan a producirse. Caignet muere en 1.778 y transmite su legado a Sebastián de las Casas. Este último no consigue renovar las relaciones rotas entre los diversos templos de los Élus Cohens y rehacer la unidad del rito, fomentando la disolución de los capítulos restantes. Poco a poco, los templos irán pasando a sueños. El último en entrar en sueños fue el de Toulouse en 1.792.Es entonces cuando Willermoz decide emprender la reforma de la Estricta Observancia Templaria, siendo él uno de los dirigentes más activos tanto de la S.O.T. cuyo principal foco en Francia se hallaba en Lyon en la logia "La Bienfaisance" como de los Élus Cohens de la misma ciudad. Willermoz transmite así al Régimen Escocés Rectificado la doctrina de los Elus Cohens, pero no la práctica teúrgica. Y si bien es cierto que muchos de los Élus Cohens se reencontraron en la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, éstos tenían por consigna formal no revelar nada allí de la teurgia ceremonial, ni tan siquiera de la existencia de ésta teurgia en sí misma.
La doctrina de la reintegración ha sido sutilmente expuesta en los primeros grados simbólicos, después más claramente en la Orden Interior y de una manera perfecta en la doble clase secreta del Rito.


Notas:
1. Es necesario señalar que la noción de Régimen tiene que ver con la organización estructural del sistema, mientras que la de Rito se refiere a la práctica ritual propiamente dicha. Así pues, las dos expresiones: Régimen Escocés Rectificado y Rito Escocés Rectificado, no quieren decir lo mismo, aunque el uso cotidiano las confunda al tener ambas unas siglas comunes: R.E.R. .
2. Convent: palabra inglesa usada para designar las asambleas generales de los francmasones.
3. Martinez de Pasqually, teurgo y teósofo, nació en Grenoble en 1.727 y murió en Santo Domingo en 1.774. Autor de un "Tratado de la reintegración de los seres", construyó una grandiosa e interesante doctrina sobre la caída del hombre y el retorno por la iniciación, a Dios. Es el fundador de la Orden de los Elegidos Cohen del Universo, a la que pertenecieron Willermoz y Louis-Claude de Saint Martín.
4. Por otros ritos entendemos, esencialmente, el R.E.A.A., el rito de Emulación y el de York.
5. Salomón construyó en el 960 a. de C. el Templo de Jerusalén. En el 587 a. de C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo destruyó. A la vuelta de la cautividad de Babilonia, los judíos, bajo la dirección de Zorobabel, lo reconstruyeron en el 537 a. de C. .
6. Martinez de Pasqualis parece haber sido un seudónimo añadido a su nombre civil: Jacques Delivon Joacin Latour de la Case.

Hermanubis


sábado, 16 de enero de 2010

CARTA A UN INICIADO ALQUIMISTA


“Tú has querido conocer nuestra fe; tú has querido ser de los nuestros.
Nuestra puerta no está cerrada, sino que permanece abierta para todos los que saben penetrar en el templo. No tenemos sacerdotes, pero sólo puedes llegar a la fe con la ayuda de un adepto. Nuestro deber se limita a señalarte la ruta. Pero debes seguirla solo.

¡Escucha!
No sabes nada y quieres aprender. ¿Por qué? Eres desgraciado y quieres ser feliz. Piensas que la ciencia te dará la felicidad que buscas; crees que, por medio del trabajo, vencerás el aburrimiento que te oprime.
¡Escucha!
Todo esto es cierto. Podrás ser feliz; pero no debes pensar que la ciencia, la verdadera ciencia, te hará feliz por el dinero; no debes venir a nosotros si buscas una ciencia que te conduzca a los honores.
Si pretendes llegar por medio de la ciencia, dirígete a las facultades. Allí te enseñarán lo que debes hacer para ser muchas cosas, si quieres trabajar; allí conseguirás dignidades, pero jamás la felicidad. Te acompañaran la envidia y la ambición; pasarás tu vida en una cólera continua, sin saber contra quien ni contra que debatirte.
Sufrirás todo lo que se puede sufrir en tu espíritu, porque profesarás.
Si eres independiente, serás desgraciado, pues sentirás que todo lo que te dicen es falso. Si eres sumiso, serás desgraciado, pues comprobarás que, al llegar a los honores más altos, sigues siendo tan desgraciado como antes.
La felicidad que buscabas cuando eras joven, la seguirás buscando de viejo y, perdido en los dédalos de la ciencia actual, al contemplar la naturaleza tendrás siempre la sensación de que te falta algo.
¡Escucha!
El verdadero adepto debe ser independiente.
La Alquimia no te dará la fortuna corporal: te dará una fortuna más duradera, una fortuna que no puede ser destruida por el infortunio: la fortuna espiritual.
Por mucho que sufras, siempre serás más feliz que el sabio corroído por la envidia o por el orgullo y que el rico afligido por el aburrimiento. El aburrimiento, la ambición y el orgullo huirán lejos de ti y, por ello, serás superior a todos los hombres.
Si no posees una fortuna, vivirás de tu trabajo; pero no desvelarás los secretos que has aprendido. Cada día te aportará un nuevo lote de riqueza intelectual y tu trabajo te parecerá cada vez mejor.
Pronto comenzarás a trabajar menos para los hombres y más para la fe y, en tu felicidad, tus gustos serán lo suficientemente modestos como para conformarte con poco.
No pienses que mis palabras carecen de fundamento. En apoyo de lo que acabo de decir, voy a citar el ejemplo de más de dos mil de los nuestros que llevaron una vida tranquila y modesta en medio de las guerras más crueles, en los siglos más conflictivos, mientras que la felicidad continuaba sonriéndoles. Entonces, cuando llegues a este apogeo de felicidad intelectual, cuando dios se te manifieste, cuando seas justo y sabio, por modesto sea el empleo que ocupas entre los hombres, siempre serás superior a los sabios oficiales.
Tienes abiertos los dos caminos, puedes elegir. Te repito que no podemos darte ningún bienestar material, sólo, podemos concederte la felicidad espiritual.
¡Escucha!
Antes de entrar en el libro de dios, es necesario que mires a los hombres.

Mira al amigo que vende a su amigo por oro, mira a los hombres que se destruyen entre ellos por oro, mira a los sacerdotes corroídos por la ambición de los honores, mira al médico que mata a los hombres para ganar más o para no parecer impotente, mira a tu alrededor; no verás sino a los que corren a la caza del oro. Tu mismo te has dirigido a nosotros creyendo que pronto serias más rico. ¿Crees, insensato, que nosotros nos hemos lanzado también a la corriente que conduce a la desesperación?, ¿crees que los alquimistas son tan desgraciados como el resto de los hombres? Te aseguro que somos felices en medio de todas las desgracias enfebrecidas de nuestros días. Por tanto, no creas que pensemos en el oro.
Los verdaderos adeptos que encontraron este secreto y lo expusieron a la gente, tal como atestiguan las piezas de oro que todavía se exponen en museos extranjeros, aquellos adeptos, puedo asegurarte, que murieron sin legar su secreto, puesto que conocían demasiado a los hombres. Si existe la transmutación, el adepto sueña con la riqueza que puede procurarle. Sueña con ella, porque es una ocasión más de encontrarse cerca de dios y de dirigirse hacia él.
Si estudias la naturaleza, nunca debes olvidar que no puedes contar a todos lo que has descubierto.
Mira que los adeptos siempre desconfían de los hombres y que, aunque prodiguen sus consejos a quienes les parecen dignos, los dejan solos en la naturaleza.
El adepto debe permanecer solitario en sus trabajos y solo algunos alumnos pueden conocerlos.
Si quieres legar tus trabajos a tus descendientes, sigue los consejos de nuestros maestros.
Hermes Trismegistos, que conocía la historia de la luna y el sol; Jehan, de Londres, que sabía explicar los signos herméticos, y todos los grandes maestros han recomendado no hablar sino lo hacen por medio de parábolas.
El orgulloso no debe conocer nuestra lengua; podría causarle risa y ser castigado por ello.
El ambicioso no debe ser de los nuestros, puesto que, como hombre ambicioso, permanece unido por
ciertos lazos a la flema de los humanos y no puede comprender a Hermes.
No debe importarte que el ignorante se burle de nuestros maestros delante de ti, cuando los trate de locos o de místicos. Observa, ora y calla.
Y finalmente, si te llega la desgracia a causa de los hombres, sabrás soportarla si has entrevisto la gran ley de dios.
El primer fulgor del oro puro te hará olvidar muchas de las injusticias y, si algún día sientes el corazón dolorido por la ingratitud de un amigo, la exaltación del aire por el fuego sabrá mostrarte la vía de la sabiduría.
Hijo mío, tú has entendido. Reflexiona profundamente y si estás decidido, entrarás resueltamente en la vía de dios.
Hijo mío, hemos mantenido nuestras promesas, nuestros consejos te han enseñado el camino de la felicidad, pero debes ser tu quien los recorra y por ello sabremos si eres digno de ser un adepto.

Si después de haber examinado la naturaleza, encuentras el camino de la verdad, puedes estar seguro de que abriremos tus ojos, y esto me hará feliz, puesto que habré encontrado un adepto a quien confiar nuestros descubrimientos.
Entonces, confiando los dos en la ley de la naturaleza, veremos agitarse a los hombres a nuestro alrededor y esperaremos felices el momento de unirnos al concierto sublime de la divinidad.”

jueves, 7 de enero de 2010

¿A DÓNDE VAN LOS MUERTOS? (PARTE III)

LA EXPERIMENTACIÓN; UNIÓN DE LO VISIBLE Y LO INVISIBLE, LOS ERRORES Y LAS TRAMPAS

Tan pronto como la gente comprende que es posible comunicarse con el alma-personalidad de alguien que ha pasado por la transición (muerte), se conciben deseos de la clase más extravagante.
Ellos piensan que, por conducto de un médium, el velo será levantado, permitiéndoles oír palabras o recibir noticias del ser querido fallecido.
El procedimiento no es tan fácil como muchos inexpertos, pero entusiastas creyentes pueden imaginar y ellos experimentarán desengaños y desánimo.
Dado que el experimento es genuinamente científico, es conveniente que uno proceda metódicamente. A fin de comunicarse exitosamente con el mundo suprasensible, es necesario conocer los siguientes hechos:
1. El cerebro del médium debe estar disponible, esté él dormido o despierto.
El médium puede trabajar, por medio de un objeto que es mal conductor de la electricidad o a través del fluido vital, ya que este último está sujeto aproximadamente a las mismas leyes. La mesa de madera, que ha reemplazado la vara mágica de la edad antigua, puede ser usada por el médium para condensar y unir la vida del que consulta con su propia vida.
Los pensamientos de la persona que consulta se reflejan entonces, a través de la intervención del médium, y en la mesa se manifiestan el apellido, la edad y el nombre de la persona fallecida. Si bien, esta última no toma parte en la operación.
2. La imagen astral de cada acto bueno o malo realizado por nosotros gira alrededor de los objetos que estaban cercanos a nosotros durante la ejecución del acto. Así, nosotros parecemos a los ojos clarividentes como un actor presentando escenas en color.
El médium puede evocar una de aquellas escenas, y el que consulta puede pensar que está en contacto con el que partió. Esto es un error.
3. Es por medio de un procedimiento de eliminación, similar al método usado por los eruditos que han dedicado su tiempo al estudio del espiritismo, que podemos triunfar estableciendo un lazo genuino entre los vivos y los muertos.
Por lo tanto, una comunicación recibida a través de un médium es más dudosa que una manifestación presentada a través de un sueño. Nosotros damos a este último crédito preferencial.
Urgimos a los estudiantes serios que deseen investigar en este tema, leer la colección titulada Annals of Psychical Sciences la cual está bajo la dirección de M. de Vesme. Sugerimos también Scientific Spiritism and Materialized Apparitions por Gabriel Delanne.
Después de leer cuidadosamente esos trabajos, los estudiantes estarán más enterados de las dificultades involucradas en el problema, y comprenderán mejor la naturaleza de nuestras advertencias.

FE ACTIVA Y ORACIÓN
La comunicación entre los vivos y los muertos es una cosa tan sagrada que uno debe evitar intentarla por frivolidad. Es evidente que la posibilidad de tal comunicación existe, pero esta debe ser alcanzada siempre como una recompensa obtenida por medio de la virtud y buena voluntad.
Todo ser humano que ha comprendido alguna noción de las leyes espirituales no intentará voluntariamente evocar el alma-personalidad de una persona muerta. Él sabe que tal evocación puede ser perjudicial para el difunto, y también lleva a la persona encarnada a graves desengaños.
¿Qué podemos hacer para aclarar este problema aparentemente insoluble?
Existen dos caminos; uno indirecto y uno directo. En la forma indirecta, podemos, a través de la lectura y el estudio de libros apropiados, lograr una forma de comprensión intelectual, cierta forma de fe basada en un razonamiento lógico. La enorme cantidad de hechos comprobados, la autoridad que acompaña los nombres de algunos investigadores, puede incitar a nuestras células cerebrales a volverse receptivas a hechos que ordinariamente tendríamos que observar personalmente.
Sin embargo, la segunda forma, la directa y personal es más preferible. Dos grandes palabras, dos grandes luces iluminan este camino; fe activa y oración.
La fe es la inteligencia del corazón. Es la percepción por un órgano no-cerebral de cierta verdad que el cerebro no es capaz de obtener por sí mismo, pero que este puede reflejar cuando es iluminado por las luces del corazón. El conocimiento a través de la fe está señalado por la ausencia total de duda y la presencia de una certeza inequívoca. El puro conocimiento mental puede llegar solo raras veces a estar tan libre de dudas.
A fin de obtener una certeza mental sobre la supervivencia de la personalidad humana y la posible comunicación entre los vivos y los muertos, tenemos que rebatir las objeciones que son enviadas constantemente a nuestra consciencia a través del cerebro.
En vez de fiarnos de nuestro cerebro, luchemos por la tranquilidad mental que proporciona la fe activa. A través de esta última, muchos órganos se desarrollan dentro de nosotros, los cuales nos capacitarán para entender la verdad concerniente a la vida después de la muerte. Este conocimiento se nos aparecerá claramente como nuestros ojos físicos perciben el sol de un bello día de verano. Entonces sabremos sin duda, que en la muerte nuestro ser interno cambia solamente de vehículo, su instrumento. Veremos que él es eterno.
Evitemos, o por lo menos, tengamos gran cuidado en la evocación de los muertos. Luchemos por la virtud y la caridad. Tal búsqueda nos llevará seguramente a una comunicación segura y consciente con aquellos que amamos realmente, primero a través de sueños, después a través del logro de otros estados de consciencia.
No deseo exceder los límites de este capítulo. No obstante, permítanme manifestar que la oración es la clave universal de la vida. Por su poder una persona que está inmersa en la más densa de las tinieblas, puede ver nuevamente la luz que brilla eternamente en el pináculo de la montaña sagrada.
La oración puede abrir nuevamente los libros clausurados de la vida, la muerte y el renacimiento.
Ella puede aliviar las penas puestas en nuestros hombros por las tribulaciones, haciendo florecer rosas bajo las espinas del camino.
La oración permitirá eventualmente al hombre levantar el velo que existe entre la vida y la muerte. Entonces, cuando el adquiera suficiente fuerza, los amados que se suponían perdidos para siempre aparecerán ante él.
Aprendamos como dirigir el flujo de esta vivificante fuerza de nuestro corazón, y oremos por la fe activa que disipará toda tieniebla.

Hasta aquí este interesante artículo que nos legara el Dr. Gerard Encausse, aportando un poco más de conocimineto sobre este campo de estudio.

Papus

lunes, 4 de enero de 2010

¿A DÓNDE VAN LOS MUERTOS? ( PARTE II )

LAS FUERZAS DE LOS TRES PLANOS

Las fuerzas físicas son fáciles de estudiar, puesto que ellas operan en nuestro plano.
Uno puede escoger para estudiar el gran sistema de las fuerzas hidráulicas, desde la simple rueda de molino hasta la operación de una moderna planta eléctrica. Puede uno estudiar también la corriente que resulta del agua que circula en un sistema de tuberías. Además uno puede elegir describir la electricidad circulando dentro de alambres metálicos. Estas son formas de fuerzas físicas.
Generalmente, esta fuerza exhibe las siguientes características:

1. Necesidad de un material conductor.
2.Apropiado dinamismo par la materialización o condensación de la fuerza.
3. Modificación producida en la materia inerte por la acción de las fuerzas físicas.

El estudio de las fuerzas astrales puede realizarse observando las reacciones provocadas por la acción de la luz del sol en la tierra.
Aquella fuerza posee considerable velocidad (200.000 kilometros por segundo). De esta manera, puede viajar distancias inmensas rápidamente.
Esta fuerza se torna dinámica solamente si se la condena por medio de una resistencia. Usando espejos, uno puede extraer su calor real.
Por medio de condensadores especiales, podemos obtener electricidad. La luz del sol atraviesa un objeto de vidrio sin quebrarlo, indicando de esta manera la característica de las fuerzas astrales que consiste en penetrar fuerzas materiales inocuamente.
La fuerza solar, siendo idéntica a la fuerza vital que circula dentro de todos los seres vivos, es un poderoso restaurador psicológico.
Estas son las características generales de una fuerza astral.
No discutiremos aquí el origen real de la luz del sol. No es importante si esta luz viene realmente del sol, como la astronomía contemporánea expone. No es importante tampoco si esta es producida en la atmosfera por la emanación de una fuerza neutral, la cual se transforma en luz, calor y electricidad al hacer contacto con cada planeta. Nos interesa primariamente el estudio de una fuerza astral actuando en la tierra. Es el privilegio de los científicos el aclarar los otros aspectos de la materia, ya que su objetivo es encontrar respuestas a problemas que son demasiado estrechos y técnicos para ser discutidos en una exposición elemental.
Las fuerzas del plano intelectual y espiritual son todavía poco conocidas en esta era. Las antiguas escuelas de iniciación, así como ciertas sociedades secretas de la India, el mundo islámico y el occidente han tenido siempre nociones precisas sobre estas fuerzas.
Las fuerzas de este plano, el plano intelectual y espiritual actúan independientemente del tiempo y el espacio. Ellas se transmiten instantáneamente de un planeta a otro, y también viajan entre dos puntos de la tierra que están localizados lejos uno del otro.
A fin de manifestarse, estas fuerzas necesitan un punto de apoyo material. Ellas utilizan generalmente los órganos del sistema nervioso y el cerebro de los seres vivos.

Es entonces un error el creer que “cadenas de fuerza de voluntad” pueden actuar directamente sobre los fenómenos sociales.
Cadenas de luz física podrían tratar también de quebrar el vidrio material. La luz penetra el vidrio sin quebrar nada: los pensamientos pasan a través de una imagen astral sin influenciarla directamente. Por lo tanto, es muy importante evitar el error de que fuerzas espirituales pueden actuar sin influenciarla directamente.
Juana de Arco no habría sido capaz de obtener resultados sin un ejército. Aquel ejercito realizó milagros desde el mismo principio, mas las fuerzas espirituales no podrían actuar efectivamente sin usarlo como un medio, porque nadie puede actuar dinámicamente en el plano material si las herramientas materiales no están disponibles.
Un ser humano viviendo en el plano espiritual ya no puede actuar sobre la materia. Pasa a través de los objetos, como la luz pasa a través del cristal. A fin de tener contacto con el plano físico del cual está tan alejado, debe utilizar herramientas especiales como la fuerza vital de un médium humano o resistencias especiales tales como objetos de vidrio o madera.

COMUNICACIONES ENTRE LOS DIVERSOS PLANOS
Transferir a un ser de un plano de consciencia a otro es un acto que estorba momentáneamente las leyes de la naturaleza. Como resultado este tipo de experimento es delicado, peligroso y repleto de trampas y fraudes.
A fin de dar una idea clara del problema que tenemos que resolver, expondremos las condiciones que un ser físico puede encontrar cuando vive en un ambiente físico que es distinto de su hábitat normal.
Consideremos por ejemplo, el pez que vive en el agua únicamente. Si lo queremos transferir al elemento aire donde nosotros los humanos estamos en casa, debemos encontrar un intermediario entre el aire y el agua. Un recipiente de cristal lleno de agua puede ser el intermediario.
Si a su vez, nosotros queremos visitar la nación acuática del pez, también necesitamos de un intermediario capaz de contener aire que es nuestra nación, nuestro plano. Tal intermediario será un traje de bucear que hace por nosotros lo que el recipiente de cristal hizo por el pez.
El objetivo de estas ilustraciones es enfatizar el siguiente hecho; para transferir el alma-personalidad de una persona que haya pasado por su transición desde el plano astral al plano material son indispensables ciertos intermediarios.
Estos intermediarios están formados por fuerzas vitales puestas a la disposición del alma-personalidad que ha sido evocada y por objetos materiales en los cuales el ser astral puede condensar las fuerzas disponibles.

Papus