El Martinismo no ha evolucionado, como algunos podrían pensar, hacia un gran cúmulo de ritos. Al contrario, las investigaciones han proseguido y nuevos ritos han sido escritos. Respetuosos de los símbolos esenciales de la tradición, estos ritos buscan completar y responder a las necesidades que hayan podido aparecer.
La historia del Martinismo nos muestra la fragilidad de la transmisión histórica real. Se concluye entonces que; las transmisiones, las grandes maestrías, los resurgimientos, etc. derivan a menudo solo de la dimensión espiritual. Unas cadenas históricas nacen seguidamente, pero ellas han nacido de una operación específica que ha tenido por objetivo contactar un plan y unos maestros que hayan podido insuflarle una energía, una autoridad verdaderamente iniciática.
Evidentemente, la iniciación previa en las cadenas ocultas ligadas al egrégor correspondiente es un triunfo no despreciable en este tipo de trabajo. De este modo, se puede considerar que un individuo que posea la iniciación de los grados mayores del Rito Escosés Rectificado y con cierta filiación espiritual con Martinez de Pasqually y el egrégor de los Elüs Cohen. El ejemplo mas próximo a nosotros es aquel de la operación mágica en simpatía que había sido efectuada por Robert Ambelain, Robert Amadou y otros hermanos que utilizaronun rito Elüs Cohen para despertar la Orden y conectarla de nuevo con su egrégor. No existía ninguna certeza en la época respecto a la filiación histórica, pero el influjo espiritual y los resultados tangibles de las operaciones sirvieron para contactar con las fuerzas ancestrales de esta tradición e infundir una nueva energía que continúa aun hoy día.
Al principio nadie distingue este tipo de operación de los procesos de contacto individual. Se ha hecho todo lo posible para que así sea, para proceder de la misma forma y para buscar ponerse en relación con un egrégor particular. La ayuda de una ascesis particular de oraciones y de operaciones, en la medida que la intención sea pura, sincera y altruista, será a todas luces necesaria.
No somos entusiastas cuando decimos que tal operación debe cumplirse para alcanzar alguna gran maestría y crear así una ordenen la que el operador se convertirá, evidentemente, en el "gran jefe".
Es útil, antes de algunas prácticas, impregnarse del espíritu de la tradición y meditar entonces sobre los textos susceptibles de conducir el espíritu a una especie de comunicación inconsciente con los planos invisibles. Es, sin embargo, importante evitar las lecturas demasiado teóricas que apelan al intelecto. Buscamos, al contrario, actuar sobre la imaginación y la fe del individuo.
Para ello, aconsejamos utilizar por una parte "La imitación de Jesucristo" y por otra parte las obras de L.C de Saint Martin. Conviene leer cada día los pasajes de la primera obra de tal forma que os impregnéis lenta y regularmente. en el caso de las diferentes obras de Saint Martin, no debéis leer la totalidad de una obra del inicio hasta el fin. Es suficiente que abráis al azar, tan a menudo como sea posible una de las obras de este autor y que leais el pasaje correspondiente. Poco importa que lo comprendáis, lo esencial es que os impregnéis, la comprensión vendrá después.
Os aconsejamos, seguidamente, utilizar oraciones sencillas, que sea extraidas de la tradición cristiana o Martinista (las 10 plegarias de Saint Martin por ejemplo). Es importante que esta práctica sea regular y cotidiana. El objetivo es una acción lenta, pero constante.
T.·. A.·.
Fr. Amorifer